“Veíamos tantas familias guaraníes pasando la noche en el centro de Posadas que dialogamos con la gente de Cáritas y de la Defensoría del Pueblo sobre esta situación. La verdad es que resulta chocante la hermosa exaltación de la memoria histórica de nuestro guaraní por excelencia, Andrés Guacurarí, con un monumento impactante en la costanera, y por otro lado, vemos a los de su raza tirados en las veredas de las plazas, en el centro y las avenidas de Posadas”, remarcó el religioso. Según contó, “de esa mirada, surgió la idea, de manera provisoria, de utilizar el espacio que tiene Caritas a la vuelta de la Catedral, en la planta baja del edificio, como una suerte de campamento para que estas familias no tengan que pasar la noche a la intemperie. Por su parte, la Fundación Tupá Rendá se comprometió a prepararles cada noche la cena para que puedan comer algo caliente”, precisó. La iniciativa del sacerdote tuvo una respuesta mayor a la esperada: entre treinta a cuarenta guaraníes de distintas edades se acercan cada noche.





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