Los integrantes de Ysyry también exigirán que la Legislatura provincial apruebe una ley que declare estas cerca de 200 hectáreas de monte nativo como Reserva natural protegida y se arbitren los medios para evitar que nuevamente el monte, que es el último pulmón que queda en la zona, sea destruido por completo.Por pedido de la aldea, la Secretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria de la Nación colabora para ponerlos en contacto con la comunidad de la zona y fortalecer el reclamo.Aún no hay pistas de quienes podrían ser los autores de este apeo ilegal que hace diez días destruyó veinte hectáreas de monte a tres kilómetros de las viviendas de Ysyry. “Para ellos -por los ladrones de la madera- cada árbol es un árbol más, lo tiran y listo, pero en ese monte nosotros teníamos plantas medicinales y árboles frutales que utilizamos”, indicó el cacique de Ysyry, Dalmacio Ramos, a PRIMERA EDICIÓN.Señaló que tomaron cuenta del apeo el miércoles pasado cuando algunos mbya recorrían para recolectar medicinas. Monte protegidoComo fue publicado en la edición de ayer de este Diario, el monte se ubica en los lotes 85, 86, 87 y 88 de Colonia Delicia, Eldorado, que por resolución Nº 64 de 2008 del Ministerio de Ecología de Misiones, no pueden deforestarse. La investigaciónTras denunciar el hecho, el jueves 12 se acercaron desde Posadas tres técnicos del Ministerio de Ecología y el responsable de esa repartición en Eldorado, Juan Báez. No obstante, el Subsecretario de Ecología provincial, Juan Manuel Díaz conoció el hecho recién este lunes, según explicó en una entrevista con Radio República.Señaló que aún no dieron con el responsable del hecho y se están realizando las “averiguaciones correspondientes con vecinos y la comunidad para dar con los autores”. Tal como lo afirmaron desde Ysyry, Díaz indicó que el autor sería una empresa forestal porque hay huellas de ingreso con camiones para retirar los troncos, además los cortes se realizaron con motosierras. En cuanto a las características del monte apeado, indicó que “es un bosque que tiene valor de conservación intermedia, es bosque en recuperación, tiene un valor para la comunidad pero el valor de comercio no es muy importante para el mercado (forestal)”. Los ejemplares son cedro, guayuvira, oro blanco, timbó, cancharana, entre otros, que según Díaz, están catalogados como especies de categoría C.“Es un daño de consideración y lógicamente tiene que ser debidamente sancionado con las multas respectivas y con la obligación de restauración de ese espacio, que es posible, con un seguimiento”, acotó.Reconoció que las multas que se imponen a quienes incurren en este ilícito si bien son altas, los autores no se ven muy afectados entonces “reinciden”. Indicó que hace varios años desde Ecología se impulsa un proyecto de ley que fue entregado al Senado de la Nación para que se incorpore a este delito de como figura penal en el Código Penal argentino para que no sea solo una infracción ambiental.





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