El espíritu de la selva plasmado en platos inolvidables

Una porción de reviro era el alimento habitual de los mensúes para sobrellevar las arduas jornadas en la selva misionera y realmente había que tener mucha imaginación para combinar esos tradicionales sabores nacidos en el monte misionero y “romperla” en restaurantes de renombre y de encumbrados comensales. Para lograrlo, mucho tuvieron que ver las manos expertas del chef Gunther Moros, quien sumó platos exquisitos elaborados con pescados de río y reviro, no faltó la mandioca y por supuesto la yerba mate. ¿Postres? los dulces de la yacaratia (madera comestible) finamente combinados para diseñar un menú seductor e insuperable.  Así se sintetizó la visita del reconocido chef de estos pagos, quien se esmera siempre en remitirse a las recetas que nos legaron los inmigrantes, los mensúes y los guaraníes, para imprimir un sello personal y cautivar como cautivó De Quién?, un restaurante temático de Misiones en Palermo, Capital Federal, donde el menú, tal y como contó Moros a PRIMERA EDICIÓN, también se remitía a algunos sabores de su niñez. El chef estuvo en Palermo recientemente, cocinando en un restaurante temático, donde la selva está recreada gracias a la obra de Horacio Quiroga que inspiró a sus inolvidables cuentos. Tan inolvidables ahora como la combinación de sabores que diseñó Moros, “insuperable y cautivante”, fueron los elogios que más se repitieron en la noche. Productos de esta tierra, que acompañan al chef en cada creación, tampoco faltaron esta vez, ya que para recrear la chacra, su esencia debe estar intacta. A su regreso de tan especial visita, contó Moros que sirvió, por ejemplo, snack de Surubí frito con mayonesa de berro, cuyos platos principales estuvieron apoyados a base de pescados de río como el Pacú en costra de reviro cítrico y una bondiola con brotes de bambú, en un pan de mandioca, con chutney de mango. De postre la yacaratia, esa madera comestible del monte que gana adeptos desde el primer momento en que la prueban.La descripción que dio al diario sobre el restaurante hacía pensar en algo fantástico, ya que hay murales exuberantes que remiten a los cuentos de la selva de Horacio Quiroga entremezclado con el legado indígena de la región, todas sutiles combinaciones para que la expresión de la tierra roja llegue a su punto culminante y envolvente.