Llegó a la consulta, arreglada, con los toques de color primaverales. Hermosa mamá de tres hijos, preocupada por que salió de vacaciones, pero seguía cansada. Me dijo que, pese a las vacaciones, seguía con cansancio, molestias musculares y trastornos del sueño. Sus examen físico no mostraba problemas, todo aparentemente normal, su laboratorio nos mostraba valores dentro de los márgenes de normalidad. Cuando leemos un análisis, una mujer de 30, 40 o 50 años mantiene el mismo rango de “normalidad”, pero ¿qué sucede con la individualidad?, con ¿quiénes somos? y ¿qué hacemos? Para mi es fundamental la pregunta: “¿Cómo es su día? Ya que nos permite saber realmente las millones de cosas que nuestro organismo suple en el día. Los requerimientos diarios son diferentes para cada persona, y es así que cada edad a su vez tiene sus necesidades, a veces la orientación que nos ponen en el laboratorio confunde a nuestros pacientes. Ver que no hay numeritos en negro y no volver al médico a leeros juntos para determinar cuál es el grado de normalidad para ellos.Esta querida paciente, mamá de tres chicos, ama de casa y trabajando también fuera de su hogar necesita sentirse plena, espléndida no solo por fuera, disimulando y poniendo al máximo su paciencia y organismo; necesita leer sus análisis que se había realizado ocho meses antes, ya al sentirse tan agotada.Al analizarlos juntas y charlar, notamos de todo un poquito dentro de los valores normales, entonces le expliqué la necesidad de ubicar en cada persona ese valor de normalidad. Padecía del síndrome plurimetabólico donde todos los valores estaban en menos y para una mujer activa de su edad era insuficiente y de ahí su cansancio extremo.Como pudimos charlarlo, lo normal para una mujer de 60 con un ritmo menor no era lo normal para ella con su gran ritmo y necesidades básicas. Se realizó nuevamente los análisis, sumando ahora otros más y dándose cuenta de cómo cambió luego de recibir las dosis adecuadas de oligoelementos, neurotransmisores y sobre todo el cambio del déficit de magnesio.El magnesio es un mineral que si falta ocasiona entre otros, fatiga muscular, trastornos del sueño, dolores menstruales, cefalea, falta de apetito y los conocidos calambres.La nutrición celular podemos realizarla con ciertos nutrientes que daremos, más una alimentación adecuada, pastillas supletorias, lisados o por vía endovenosa.Todo es bueno en diferente medida, pero lo más importante es no minimizar lo que sentimos. Darnos nuestro tiempo para sentir y valorar eso que sentimos. Muchas personas tienen la tendencia de minimizar lo que sienten, pero es muy importante darnos el tiempo para escuchar lo que pide nuestro cuerpo. ¡A sentirnos plenas! Sin tantas exigencias al organismo.Buen domingo y excelente semana.Colabora: Marcela CampiasEspecialista en clínica médica. CIMO. Av. Tambor de Tacuarí 3328. T.E. 4423184.





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