Mientras la Cámara Federal porteña analiza la causa por escuchas ilegales en la que fue sobreseído el presidente Mauricio Macri, fuentes judiciales afirmaron que no se descarta que el juicio oral a los once procesados se adelante este año. No obstante, por el momento se mantiene la fecha que se fijó para el inicio del debate, el 5 de septiembre de 2017, en virtud de que la etapa de ofrecimiento de prueba está completa. Por ahora, en ese caso serán juzgadas once personas: el exministro de Educación Mariano Narodowski; el exempleado de esa repartición, el espía Ciro James; el extitular de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios; su entonces segundo en la Metropolitana, Osvaldo Chamorro; los policías de Misiones Diego Guarda, Raúl Rojas, David Amaral, Antonio Fernández, Rubén Quintana y las exsecretaria judicial Mónica González; como así también el exjuez de Instrucción de Posadas, José Luis Rey. Cabe recordar que por el escándalo también había sido procesado y destituido el fallecido juez Horacio Gallardo.Lo que resta definirAhora la Sala I de la Cámara definirá si hace lugar al pedido de los abogados y sobresee a Macri. Se trata de los camaristas Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Eduardo Ballestero, quienes en 2010 habían confirmado el procesamiento de Macri dictado en ese momento por Norberto Oyarbide, cuando subrogaba el Juzgado federal 7; y luego el año pasado avalaron la decisión de Casanello que las pruebas no eran contundentes para enviarlo a juicio.En la audiencia, prevista para el próximo 10 de marzo, escucharán la apelación presentada por Néstor Leonardo, excuñado de Macri que fue víctima de las escuchas ilegales por las que ya han sido enviados a juicio los once procesados.Después de la audiencia, los camaristas deberán resolver si confirman el sobreseimiento de Macri o lo revocan y lo envían a juicio oral, cuyo inicio fue fijado por el Tribunal Oral Federal 5 para septiembre de 2017.A casi siete añosLa causa por espionaje se inició en octubre de 2009, cuando la hija de Sergio Burstein, líder de la comunidad judía que había liderado la oposición contra el nombramiento de Fino Palacios como jefe de Policía debido a sus conexiones con el atentado terrorista a la Amia de 1994, denunció penalmente que su familia estaba siendo espiada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Burstein creía que estaba siendo amenazado y pidió custodia para su casa antes de saber que tenía los teléfonos intervenidos. Luego se supo que el espía James había sido contratado con un sueldo de seis mil pesos como asesor en el Ministerio de Educación, y mientras tanto él retiraba de la Side los casetes con las escuchas. Los entonces jueces de Instrucción de Posadas, José Luis Rey y Horacio Gallardo, fueron destituidos acusados de haber ordenado las escuchas. De acuerdo al expediente de la causa los policías misioneros que fueron procesados solicitaban a los jueces locales la pinchadura de teléfonos que les suministraba el espía Ciro James, otro de los que deberá ir al banquillo de los acusados. Lo que se intentará dilucidar en el debate es si se montó una estructura desde el Estado de la Ciudad de Buenos Aires para realizar escuchas telefónicas ilegales.





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