A medida que el escape de gas metano en la localidad de Porter Ranch, en California, sigue aumentando en dimensiones, crece también la preocupación entre vecinos y autoridades de la zona.Las cifras indican que el depósito de gas de la compañía Southern California Gas, habría liberado desde el pasado mes de octubre, cuando se detectó la fuga, unas 80 mil toneladas métricas de gas metano.Según el organismo que certifica la calidad del aire de California, esta fuga es equivalente al 25% de las emisiones diarias de metano de todo estado y tendría un equivalente a las emisiones de 160 mil automóviles en un año.Por el momento, las autoridades responsables de la calidad del aire en el sur de California han aplazado los planes de recoger y quemar el gas natural que se está escapando desde un pozo subterráneo cerca de un barrio de Los Ángeles por posible riesgo de incendio. Sin embargo, miles de residentes han abandonado sus casas en las últimas semanas por temor a los efectos tóxicos del escape y dos escuelas de la zona se han clausurado.El riesgo de incendio se ha incrementado en las últimas horas y las autoridades temen que el gas pueda provocar una explosión, por lo que se ha prohibido incluso el uso de teléfonos móviles en la zona, según informa el diario hoylosangeles.com.El plan de limpieza y retirada del gas se presentó en una audiencia pública donde los residentes de Porter Ranch, muchos de los cuales se han visto desplazados por la fuga del pozo subterráneo, expresaron su decepción con la incapacidad del estado y de la empresa Southern California Gas para frenar la fuga. Preocupación desde octubreEl escape se detectó por primera vez el 23 de octubre en un yacimiento de gas natural bajo tierra en Porter Ranch, donde viven más de 30 mil personas. Los responsables de Southern California Gas, una división de Sempra Energy, afirmaron que esperaban que la fuga se detuviese a finales de febrero o marzo. Las autoridades estatales han declarado que la fuga contó, en su punto máximo, con un cuarto de las 20 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero procedentes del metano que emite California cada año. Se cree que el escape se originó por una rotura de un tubo de inyección a varios cientos de metros bajo la superficie del yacimiento, que tiene 1.457 hectáreas. Según las autoridades sanitarias de Los Ángeles, varias personas que residen cerca del lugar han expresado que sufren dolencias como dolores de cabeza, náuseas e irritación bronquial por los mercaptanos, el olor que se añade al gas natural. Las autoridades también han informado de que estudios anteriores no encontraron evidencias de que los mercaptanos tuvieron efectos a largo plazo en la salud. Se esperaba que el Distrito para la Administración de la Calidad del Aire de la Costa Sur firmara una orden en la audiencia de este sábado que obligase a Southern California Gas a elaborar un plan para recoger y tratar la fuga de manera provisional. Originalmente, la orden requería a la empresa deshacerse del gas mediante su quema, pero las autoridades informaron de que, por la preocupación local y de las agencias estatales, era necesario dejar el plan en espera. "La empresa ha expresado su preocupación por no estar familiarizado con la recogida y captura de este tipo de gas", afirmó Mohsen Nazemi, director adjunto de SCAQMD. "Es una situación muy poco habitual". El proceso tenía el riesgo de causar más incendios si el gas llegase a acercarse a los incineradores, añadió Nazemi. Los residentes que fueron a la vista afirmaron que estaban muy descontentos con que la decisión se hubiese retrasado desde que se habían visto obligados a abandonar sus hogares durante meses.Fuente: diario El Mundo (España)





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