Queridos amigos, cuántos misioneros eligieron las playas de Brasil (ya no sólo de la costa sureña) para vacacionar este verano! El tráfico no sólo mediante tours contratados con las agencias de la provincia, como en forma particular con autos y camionetas, se vio apoyado por la salida de turistas vía Foz de Iguazú (Brasil) como Asunción (Paraguay).Sin embargo, visitantes del Brasil ocupan el primer lugar entre la cantidad de turistas que llegan a Argentina en materia de turismo receptivo.Esta semana, el lunes 11 de enero más precisamente, unos 20 empresarios del vecino país llegaron hasta la Argentina para analizar la relación comercial turística entre ambos estados. El presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), Oscar Ghezzi, aseguró que “Brasil es nuestro principal mercado en turismo receptivo, por lo que es permanente la búsqueda de caminos e ideas que nos permitan potenciar el arribo de turistas del país vecino a los destinos de nuestro país. Y en este sentido, el método es el de escuchar, reunirnos entre los protagonistas, articular entre los sectores públicos y privados, pensar nuevas iniciativas, todos alrededor de una misma mesa. La CAT siente la responsabilidad de proponer estos caminos, de facilitar alianzas, y esto se ve reflejado en el importante encuentro que hoy mantuvimos”.En Misiones, el cambio entre reales y pesos provocó un aluvión de turistas del Brasil, que mermó con el correr de los meses, a medida que se acercaba el verano. Ciudades como San Antonio, Iguazú y Bernardo de Irigoyen comienzan a sentir que nada es como hace un tiempo atrás.Finalmente, referido a “bajas”, se confirman los primeros datos que indican una “lenta temporada en la Costa Atlántica bonaerense”. La ocupación hotelera se derrumbó al menos un 30% con relación a 2015. Los alquileres también cayeron porque la gente prefiere aprovechar los fines de semana y no contratar por quincenas. Además se observan pocos turistas en las principales playas, los empresarios adjudican la situación a los altos precios y la cautela por los efectos de la devaluación.“Por un lado, muchos anticiparon sus vacaciones al comprar paquetes en cuotas o aprovecharon la gran cantidad de fines de semana largos para hacer escapadas. Otros esperaron ver qué pasaba con el dólar. Otra razón es que Brasil devaluado, muy barato, se convirtió en un gran imán para el turismo de clase media. El clima tampoco ayuda este verano: demasiada lluvia y bajas temperaturas”, concluyó el sitio especializado Pulso Turístico.¡Que tengan una excelente semana!





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