En la aldea chubutense El Mirasol viven 45 personas. No tienen electricidad de manera constante. Tampoco agua potable. La señal de celular no existe y para comunicarse sólo cuentan con un teléfono semipúblico. Los jóvenes migraron en busca de mayores oportunidades. La vida allí transcurre entre la tranquilidad, la siesta y la monotonía, que increíblemente se vio alterada por un crimen feroz.Bernardino “Tuti” Tolosa (48) fue encontrado asesinado en el interior de su casa. Nadie vio nada. Nadie escuchó nada. El o los asesinos huyeron sin dejar rastros, pero sí indicios de que quisieron retrasar el hallazgo del cuerpo y demorar el aviso a la Policía porque cortaron el cable del único teléfono que hay en la aldea y dejaron la camioneta de la víctima obstruyendo la entrada al pueblo. El viernes 11 de diciembre, la directora de la escuela primaria 118 arribó a la institución a las 8 de la mañana para recibir a los cinco chicos que viven en El Mirasol. Cuando quiso encender la luz no pudo. Preguntó por “Tuti”. Sus vecinos le dijeron que no lo habían visto. Tolosa era el “motorista” del pueblo. Así le decían porque se encargaba de encender los motores del generador eléctrico a las 7.30 de la mañana. Luego lo apagaba a las 14 y lo volvía a poner en funcionamiento a partir de las 18 hasta la medianoche. Todos los días eran iguales. Pero ese viernes algo pasó.La camioneta de Tolosa estaba cruzada en el camino rural, pero no había nadie en su interior. Tampoco estaba la llave. Un sobrino de “Tuti” fue a golpear la puerta de la casa de su tío y como no respondía la tiró abajo. El hombre estaba muerto. “El siempre solía encender el equipo (grupo electrógeno) entre las 7 y las 7.30, y eran las 8; llegamos a la escuela y aún no teníamos luz. Esperamos un rato y me acerqué a la casa de la madre. Ella me comentó que la noche anterior había estado con él cenando y que se había ido bien”, contó la directora de la escuelita a Radio 3, la única emisora que es captada en la aldea.La escenaEl cuerpo del “motorista” estaba apoyado contra la cama, rodeado de un charco de sangre. Lo habían amordazado y maniatado. La autopsia revelaría después que lo habían torturado y asesinado a golpes.Los investigadores creen que el móvil del crimen estaría vinculado a un robo. Se sospecha que el hombre tenía una suma importante de dinero en su casa (se habla de 70 mil pesos). “Llama la atención la planificación del hecho porque dejaron cruzada una camioneta Toyota en el puente de acceso a la aldea y cortaron la línea de teléfono”, destacó un vocero.Los Tolosa son una familia conocida en la zona porque se dedican al trabajo rural. La víctima tiene unos 12 hermanos que residen en distintas ciudades. “Tuti” vivía solo en su casa. No tenía pareja ni hijos. Su mamá habita una de las veinte casas que conforman El Mirasol. Para buscar un antecedente criminal en este paraje hay que retrotraerse cincuenta años cuando un hombre apuñaló a su vecino. Estaban borrachos y una pelea sin sentido terminó de la peor manera.“Tolosa era una persona querida en el pueblo. Hasta el momento no está acreditado que tuviese problemas con alguien o alguna deuda”, dijo un vocero.





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