La nueva Cooperativa de Trabajo “Bolsas Kraft ex La Arminda” de Puerto Rico sigue sin poder funcionar, aseguró a PRIMERA EDICIÓN Gabriel Berón, delegado de los trabajadores. “Los 32 obreros que seguimos en la fábrica contratamos un estudio de abogados de Posadas, mientras que los trabajadores que se fueron contrataron sus abogados para reclamar sus derechos”, indicó Berón sobre el conflicto con sus excompañeros en la fábrica. Indicó: “Ahora estamos esperando que el juez nos autorice a ocupar las máquinas para empezar a trabajar, porque por ahora no podemos hacerlo y estamos desesperados. Estamos sin ayuda económica del Gobierno provincial y solamente el Concejo Deliberante y la Municipalidad nos ayudan, pero sólo será hasta fin de año”, explicó el hombre sobre cómo sobreviven.En lo que refiere a la cooperativa, Berón explicó: “ahora estamos trabajando con una contadora para conseguir nuestro Cuit, para que una vez que el magistrado autorice a trabajar, ya podamos empezar a hacerlo como una Cooperativa”. El trabajador detalló que hay alguna empresas que están esperando el producto, “pero nosotros no tenemos facturación, estamos esperando eso”, dijo Berón.Quieren volver a funcionarLa Arminda era una fábrica dedicada a la producción de bolsas de papel madera, con especialización en las bolsas para materiales de construcción (cemento, plasticor, etc…). La empresa, después de la trágica muerte del exdueño, empezó a tener problemas y un día cerró las puertas. Los trabajadores se movieron rápido y lograron una licencia provincial y nacional de Cooperativa, y aunque les dijeron que todo sería más acelerado, no fue así porque los papeles finales están demorados. En mayo, cuando se firmó el convenio con el Ministerio de Acción Cooperativa, Fabiola Bianco indicó que en poco menos de un mes estaría trabajando. Sin embargo, a más de cinco meses, los trabajadores siguen esperando por su fuente laboral. Berón explicó que “aparentemente Afip cree que nosotros producimos el quiebre de la fábrica para apoderarnos de las máquinas, pero nada que ver, nosotros somos simples obreros” opinó.Los trabajadores no pierden las esperanzas, siguen bregado por todos los medios para conservar sus trabajos, por ahora, se las rebuscan haciendo changas, vendiendo alimentos, cada uno por su lado se las arregla como puede.“Tenemos buenas expectativas, estamos viajando por toda la provincia avisándole a los clientes de la fábrica, la situación en la que estamos, y nos están esperando, es necesario que está fábrica funcione”, finalizó el delegado.





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