A veces se nos presentan situaciones en la vida que nos despiertan el miedo, y desde esta emoción tenemos tres formas naturales de responder.Si pienso que la amenaza es más pequeña suelo atacarla antes de que me ataque a mí, por el contrario si siento que la amenaza es más grande que yo emprenderé la huida, y si siento que no tengo escapatoria me quedaré inmóvil.Si muchas veces siento que la amenaza es más grande y que no tengo salida, entonces cada vez achico mi campo de acción, total ya nada se puede hacer…!El miedo es una emoción como la alegría, o la tristeza que nos agarra sin darnos cuenta, lo que sí es importante que sepamos es que “todos tenemos miedo” y que las personas que consideramos “valientes” también. La diferencia es que ellos lo hacen aun con miedo, pueden prepararse para afrontar la situación o simplemente se lanzan a enfrentarlas con las herramientas que tienen en el momento.El miedo es una señal que nos marca que nosotros pensamos que no tenemos los recursos necesarios para afrontar la situación que se nos presenta, y es posible que sea verdad por ahora.Entonces exploraremos una cuarta forma de responder cuando nos venga el temor, primero tendremos que evaluar si realmente no puedo hacerlo en este momento, si la respuesta es “No aún”, podemos proponernos desarrollar lo que necesite para sentirme preparado y volver a enfrentar esta situación.El miedo vive en nuestra mente y se alimenta de nuestra inacción, lo que suele suceder cuando enfrentamos las situaciones que nos producen el miedo, es que cuando nos ponemos en acción para enfrentarlo, el miedo se desvanece. Colabora: Carlos E. SeewaldCoach Ontológico Profesional [email protected]





Discussion about this post