El automovilista acusado de matar a un motociclista y escapar de la escena con el rodado de la víctima incrustado en su vehículo fue imputado este martes por “abandono de persona seguido de muerte”, grave delito que prevé penas que van desde los cinco hasta los quince años de prisión.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN mediante sus fuentes, quienes revelaron que por el momento el sospechoso continuará tras las rejas en virtud de que se trata de un delito no excarcelable, explicaron especialistas en la materia.La novedad se conoció ayer, una vez que el automovilista -de 41 años, empleado de una maderera y domiciliado en Wanda- fue trasladado desde su lugar de encierro hasta el Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Iguazú.Allí, ante el magistrado Osvaldo Rubén Lunge, a cargo por subrogancia de la mencionada dependencia judicial, el conductor fue notificado sobre la instrucción de la causa en su contra, a la vez que designó abogado defensor.En base a las pericias realizadas en las últimas horas por integrantes de la Unidad Regional V y los testimonios de una veintena de testigos en sede policial es que la Justicia tiene indicios para suponer, al menos por ahora, que fue él quien manejaba el Mazda 626 de su propiedad cuando se produjo el siniestro vial fatal.Todo eso pese a que el día siguiente al hecho se presentó en una dependencia policial y esgrimió que horas antes le habían robado el automóvil que después aparecería involucrado en el hecho luctuoso.De la imputación realizada por la Justicia se puede inferir que para las autoridades habría sido él quien manejaba el rodado, el mismo que le provocó las lesiones fatales al motociclista, que omitió darle auxilio y que incluso habría tratado de modificar la escena para eludir la responsabilidad penal.La investigación está encaminada y luego de la presentación del imputado en sede judicial, en los próximos días será el momento de los vecinos de Wanda que atestiguaron sin poder creerlo cómo ese Mazda azul circulaba por las calles del pueblo con una moto incrustada en el capot.Tal como este Diario publicó en exclusiva, la historia comenzó a gestarse alrededor de las 23.30 del último viernes, cuando vecinos del barrio Belgrano de Wanda llamaron a la comisaría local por un hecho insólito: un automóvil circulaba con una moto “atorada” en el frente. Y más. Sobre calle Entre Ríos, el conductor se bajó, se deshizo del rodado menor y continuó a toda velocidad hasta perderse en la noche.Todo comenzó a cerrar minutos más tarde, cuando a unos tres kilómetros de ese lugar, sobre la ruta nacional 12, la Policía halló el cuerpo sin vida de Carlino Rotela (34), víctima fatal de un siniestro vial.Ante la presunción de una fuga, efectivos policiales iniciaron una investigación que llegó al éxito el sábado por la tarde, cuando el Mazda fue hallado en el barrio 25 de Mayo de Puerto Esperanza y su propietario detenido.Sin embargo, allí se supo que el empleado había radicado una denuncia en la mañana de ese mismo día ante la comisaría Primera de Puerto Iguazú. En ese documento aseguró que el viernes, antes de que se conociera el hecho fatal, le habían robado el Mazda. Si fue o no así es lo que se investiga.El conductor se abstuvo y esperan por testigosEl conductor sospechado de provocar el siniestro fatal y luego intentar modificar la escena fue trasladado ayer en horas del mediodía ante el magistrado Osvaldo Rubén Lunge.Allí fue notificado sobre la instrucción de la causa y se le dio la posibilidad de hablar. No obstante, por consejo de la defensa, prefirió mantener el silencio y no prestar declaración indagatoria.Así las cosas, la investigación sigue y el juez Lunge podría recibir la testimonial de los numerosos testigos que aseguran haber visto el Mazda mientras circulaba con la motocicleta incrustada en el capot por las calles de Wanda.Esos relatos, que se judicializarían en los próximos días, podrían echar luz sobre el episodio y la responsabilidad del sospechoso detenido.





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