BUENOS AIRES (NA). Eliseo Branca, el “Chapa”, ingresó en la historia como una de las glorias del rugby argentino en los 80, en el Club Atlético San Isidro (CASI) y en Los Pumas, aunque estuvo cerca de convertirse también en noticia por un acontecimiento mucho más infame, ya que su nombre figuraba en la lista del clan Puccio como objetivo de un potencial secuestro.Treinta años pasaron desde aquel 1985, cuando cayó la banda acusada del asesinato de tres personas, de las cuales dos habían permanecido cautivas en la casa familiar de los Puccio en San Isidro, y hoy el trágico suceso que generó revuelo mediático y conmovió al país vuelve a despertar el interés del público de la mano de la película de Pablo Trapero “El Clan”.“Es algo que lo teníamos enterrado y ahora despertaron un muerto”, expresó Branca, quien jugaba al rugby en el CASI -y en Los Pumas- con Alejandro Puccio, hijo del líder de la organización delictiva, Arquímedes.Alejandro era crucial para la banda, dedicada a secuestrar y asesinar a sus víctimas, ya que ejercía el rol de “entregador”, según comprobó la Justicia: “Yo prácticamente vivía con el flaco, nos íbamos de gira cuatro meses, compartíamos todo (…) Jamás noté ni siquiera un solo cambio en la personalidad”, dijo.¿Cómo era tu relación con Alejandro?Era muy amigo. Fui a la casa y todo. El 1985 fue un desastre, fue algo de lo que no te podés recuperar. De esto no se recuperó el CASI ni nadie. Es algo que lo teníamos enterrado y ahora despertaron un muerto.¿Estabas en la lista de posibles secuestrados de los Puccio?Sí. No solamente yo estaba en la lista, había un par de amigos míos que también. Yo me enteré por uno de ellos. ¿Qué pensaste?Lo primero que se me vino a la cabeza fue la traición. Yo prácticamente vivía con el flaco, nos íbamos de gira cuatro meses, compartíamos todo. Todo el mundo le echaba la culpa al padre pero la culpa la tenía Alejandro también. Él conocía lo que estaba bien o lo que estaba mal. Hablamos de un deporte donde hay que defender al compañero, al grupo, los valores. El flaco era un monstruo. El libro “El Clan Puccio: la historia definitiva”, del periodista Rodolfo Palacios; el filme “El Clan”, protagonizada por Guillermo Francella (en la piel de Arquímedes) y Peter Lanzani (Alejandro); más el inminente estreno de “Historia de un clan”, una miniserie que emitirá Telefe, volvieron a darle notoriedad a un acontecimiento espeluznante.No todos quieren ver la película de Trapero: el “Chapa” Branca dejó en claro que recuerda con tristeza aquellos días.¿Ya viste la película “El Clan”?No, ni pienso verla. Es sacar un muerto, si ya sé lo que pasó. Vos vas al club CASI y no se habla del tema. De esto de los Puccio no se decía nada hasta hoy. Duele tanto que no se habla.¿Qué te parece que una película de una historia tan siniestra tenga semejante éxito?Me parece que para la gente que no lo vivió quizás es un caso raro. Pero acá la realidad superó la ficción y la película no supera lo que pasó. Entre 1982 y 1985, los Puccio secuestraron y asesinaron a Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet y Emilio Naum, antes de ser capturados por la Policía, en momentos en los que mantenían cautiva a una potencial cuarta víctima fatal, la empresaria Nélida Bollini de Prado.Branca figuraba en la lista del clan y tras haber “sobrevivido” a aquel suceso, continuó vinculado al rugby y se convirtió en el entrenador que en 2005 llevó al CASI a su primer campeonato de la Unión de Buenos Aires (URBA) tras 20 años de sequía: justamente dos décadas después de aquel último título logrado por el CASI con Alejandro.





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