POSADAS. Los cinco involucrados en el asesinato de Gerardo Ayala (29) en medio de un violento asalto callejero fueron imputados en las últimas horas como coautores del delito de “homicidio simple”, mientras la investigación continúa a los fines de establecer quién fue el autor de las estocadas fatales.Es que en las últimas horas PRIMERA EDICIÓN pudo confirmar, a través de fuentes de la causa, que, si bien el puntazo que le costó la vida fue uno, la víctima recibió dos cortes provocados con un arma blanca, presumiblemente un cuchillo, todo mientras intentaba defenderse del ataque (ver “Dos puntazos en los brazos”).Mientras tanto, ayer a última hora estaba prevista la declaración de los cuatro menores que continúan tras las rejas en la Alcaidía de Menores, vinculados -al igual que “Manu” (25)- con el tremendo hecho de sangre.Alejandro (17), Rodrigo (14), Carlos (16) y Mauricio (15) se presentaban ante el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción 3 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas, para contar su versión de los hechos. Como este medio publicó, todos los involucrados tienen antecedentes por distintos delitos.Hasta que los investigadores no cuenten con elementos de prueba que permitan arribar a certezas sobre el autor de la puñalada fatal, los cinco involucrados permanecerán acusados como coautores del crimen.No obstante, la principal hipótesis que tienen los investigadores, en base al testimonio de testigos del hecho, es que quien portaba el cuchillo pudo haber sido “Manu”, según se desprende del trabajo realizado por los efectivos policiales durante las horas siguientes al episodio.Otra cuestión que por el momento dificulta establecer la autoría del hecho tiene que ver con que, pese a los extensos rastrillajes realizados en el asentamiento Los Lapachitos y sus alrededores, el arma homicida aún no pudo ser encontrada. Las pesquisas llevan a pensar en un cuchillo de importantes dimensiones, que presumiblemente fue descartado por el autor en medio de la huída.El crimen tuvo lugar alrededor de las 19.30 del sábado 25 de julio sobre la avenida Juan José Paso y Cabrera, en la zona sur de Posadas, justamente en el límite entre los barrios San Marcos y Los Lapachos.Al lugar arribó Ayala a bordo de su motocicleta de 110 centímetros cúbicos marca Maverick en compañía de un amigo que circulaba en un rodado similar. Los jóvenes trataban de comprar combustible en un precario comercio de la zona cuando fueron sorprendidos por quienes serían los sospechosos.Con los testimonios que surgen del expediente se pudo establecer que los dos motociclistas fueron rodeados y recibieron una lluvia de piedras. El amigo logró escapar, pero cuando Ayala intentaba huir, habría recibido un piedrazo en el pecho que le hizo perder el equilibrio.Fue entonces que los agresores comenzaron a golpearlo ferozmente, tras arrastrarlo hasta un costado del asfalto. Y habría sido en ese momento cuando recibió los dos puntazos, uno de los cuales le provocó un profundo corte en el brazo derecho que derivó en una insalvable lesión vascular.Con sus últimas fuerzas, Ayala logró escapar del asedio de los criminales. Caminó unos veinte metros y se refugió en el auxilio de vecinos que intentaron ayudarlo, pero ya había poco por hacer. La víctima lamentablemente falleció unos pocos minutos después. Del dolor y la angustia, vecinos y familiares pasaron a luchar por justicia. Dos puntazosen los brazosEl informe preliminar de la autopsia establece que la causa de la muerte fue el corte de cinco centímetros que Ayala recibió en la zona humeral derecha y que le provocó daños vasculares irreparables.No obstante, en las últimas horas trascendió que prácticamente en el mismo lugar, pero del brazo izquierdo, la víctima recibió otro corte provocado con la que sería la misma arma homicida.Los investigadores tienen una explicación concisa al respecto. Sospechan que fueron lesiones de defensa y sostienen que, al percatarse del ataque a puntazos, Ayala intentó interponer sus brazos -con los codos hacia adelante- para evitar ser atacado. Así habría sido como recibió el corte fatal y la otra lesión que hallaron los especialistas médicos. El deceso fue inevitable.





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