PUERTO IGUAZÚ. En el asentamiento de esta ciudad autodenominado Las Cañitas denunciaron un nuevo ataque violento, esta vez en las casillas que habían quedado del lugar anterior que ocupaban, sobre un bañado. Fue en la madrugada del viernes cuando pobladores del barrio 25 de Mayo avisaron al presidente vecinal, Ariel Gularte, que tres hombres armados deambulaban por el lugar de bañado donde estaban instaladas anteriormente las 35 familias y aún existen algunas casillas.La Policía acudió y hubo algunos disparos para ahuyentarlos. En cuanto al anterior hecho violento que terminó con el incendio de carpas y casillas en el terreno que fuera ocupado hace unos diez días, la Policía sigue investigando y no se sabe la identidad de los encapuchados que violentaron el lugar.Las 35 familias que se habían trasladado unos metros, a tierra más firme -o, como ellos mismos dicen, “se relocalizaron”- siguen instaladas en el terreno de propiedad privada municipal, pero que tiene un interés por parte del club Unión para ampliar sus instalaciones.Gularte responsabiliza al municipio por la seguridad de las familias instaladas allí, porque las amenazas no cesan y se realiza vigilancia mediante turnos, ya que decidieron no salir del predio.El lunes, el director de Tierras, Daniel González, se presentó en el asentamiento y solicitó a las familias que armen una nueva comisión, ya que el intendente no quiere dialogar con Gularte. Para este último, el jefe comunal “quiere tener punteros políticos y no referentes barriales”. Cabe mencionar que no es la primera denuncia pública de dudosos manejos barriales del “Gran Cuñado” Marcelo Sánchez: la comisión vecinal del barrio Santa Rosa también se había desintegrado por no tener respaldo municipal. Quien también se acercó a dialogar con las familias de Las Cañitas fue el secretario de Obras y Servicios Públicos, Rudy Rossini, quien les hizo el mismo pedido de apartar a Gularte. Constatan ocupación Entretanto, el sábado pasado, el municipio comenzó a entregar las primeras 100 “actas de constatación de ocupación”, como el Ejecutivo denominó a los permisos de ocupación precarios que el Concejo Deliberante les autorizó a otorgar a quienes estén viviendo sobre tierras municipales.Fue en el barrio Unión, donde el intendente Marcelo Sánchez brindó un discurso de campaña para conquistar su reelección como jefe comunal. En su alocución criticó el plebiscito donde el 70% -la gran mayoría del electorado local- había dicho que no quería una reforma de la Carta Orgánica para que el municipio venda de manera directa sus tierras.En un intento de argumentar su decisión contraria a la voz del pueblo, Sánchez dijo a los ocupantes del barrio Unión que “si nosotros llamamos a licitación pública o subasta, si se presentasen otros oferentes con más dinero, se quedarían con sus casas”.Del mismo modo, indicó que “el espectro opositor se puso en contra de que la gente tenga la posibilidad de acceder a un crédito. Demonizaron la elección”. Y agregó que “cuando ustedes tengan el título, van a dejar de ser rehenes políticos”. Sin embargo, finalizando el discurso, sostuvo que “cuando vengan estos vendidos a pedirles el voto, tengan memoria: en la carpeta están los nombres de los concejales que aprobaron la entrega de las actas”, resaltó el intendente en plena campaña para su reelección.Estas denominadas “actas de constatación” no tienen validez jurídica, ya que no son ni siquiera permisos, sino que apenas “se observa” la ocupación de la tierra.





Discussion about this post