BUENOS AIRES (NA). Un kinesiólogo fue condenado ayer a siete años y medio de prisión y a cinco de inhabilitación acusado de abusar sexualmente de un nene con síndrome de down que tenía 3 años al momento del hecho.Se trata de Pablo Rubén Torres, quien se declaró inocente durante todo el proceso y ayer no concurrió a la lectura de la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro, conformado por los jueces Raúl Luchetti Ramos, Verónica Mara Di Tommaso y Marcelo García Helguera.El imputado había llegado al juicio acusado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, agravado a su vez por haber sido cometido el hecho por un encargado de la guarda de la víctima” y está preso desde el 1 de noviembre de 2013.La fiscalía había pedido para el imputado 16 años de prisión; mientras que la querella, había solicitado la pena de 19 años y 10 meses.En cambio, la defensa había solicitado la absolución del imputado, por entender que las pericias estuvieron mal hechas.Tras conocerse el fallo, Diego H., el padre de la víctima dijo en diálogo con NA que “el fallo es indignante” y que van apelar la decisión ante Casación Bonaerense. “Era un nene feliz y lo destrozaron. Realmente fue indignante la sentencia y los jueces fallaron de forma unánime. Tiraron la pelota a Casación. Así es difícil tener un país en serio”, dijo el progenitor. Además el padre de la víctima contó que la lectura del fallo la hizo un auxiliar del Tribunal y que tampoco estuvieron presentes ni el imputado, ni su abogado. “Nos tuvieron tres horas, escuchamos que le dieron siete años y medio, que lo inhabilitaron para ejercer y que le quitaron el agravante de la guarda y por eso le dieron una pena menor”, señaló Diego H.“Voy a seguir luchando porque realmente es muy injusto el fallo”, sostuvo el padre de la víctima. El hecho ocurrió el 31 de octubre de 2013 cuando el niño concurrió a una de sus sesiones de kinesiología para continuar con un tratamiento de rehabilitación, que llevaba adelante en el Instituto de Rehabilitación Soles, de la zona norte del Conurbano. Al salir del consultorio, comenzó a comportarse de una manera extraña y le habría manifestado a su mamá que tenía dolor en la cola.Cuando los padres le sacaron el pañal, encontraron un vello púbico y advirtieron que presentaba sangrado, por lo que lo llevaron al hospital de la zona.Luego que el menor fue sometido a un control médico, la familia hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia de San Isidro, consignaron las fuentes.





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