ASUNCIÓN, Paraguay (AFP-NA-Medios Digitales). El papa Francisco defendió el domingo la lucha por la redistribución de la tierra en uno de los barrios más pobres en Asunción, antes de oficiar una misa campal con cientos de miles de peregrinos para concluir su gira sudamericana de ocho días que lo llevó a Ecuador y Bolivia.En una homilía en el predio militar de Ñu Guazú, en las afueras de Asunción, muy espiritual y solemne, el papa describió “la cédula de identidad del cristiano”.Sostuvo que el objetivo de los fieles de Jesús “es pasar de la lógica del egoísmo, de la clausura, de la lucha, de la división, de la superioridad, a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor”, dijo ante una audiencia en la que destacaban en primera fila los presidentes de Paraguay, Horacio Cartes, y de su país natal, Argentina, Cristina Kirchner.Hay que “pasar de la lógica del dominio, del aplastar, manipular, a la lógica del acoger, recibir, cuidar. Son dos las lógicas que están en juego, dos maneras de afrontar la vida y la misión”, apuntó.El papa Francisco dijo que la hospitalidad es una de las palabras claves en la religión cristiana. Hospitalidad, dijo, “es una de las características fundamentales de la comunidad creyente” y agregó que “el cristiano es quien aprendió a hospedar, a alojar”, aseguró.Respecto a esto, lamentó que a veces la “misión, la evangelización” de la Iglesia “se base en proyectos y programas” y “se entienda en torno a miles de estrategias, tácticas, maniobras, artimañas, buscando que las personas se conviertan en base a nuestros argumentos”.Para Francisco evangelizar, no es convencer con argumentos o estrategias sino “aprendiendo a alojar”. El Papa habló de una Iglesia que debe ser “una madre de corazón abierto y que sepa acoger, recibir, especialmente a quien tiene necesidad de mayor cuidado, que está en mayor dificultad”.El pontífice dijo que la Iglesia debe mostrar “hospitalidad” con el hambriento, el perseguido o el desempleado, pero también “con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido” y a “las culturas diferentes”. También se refirió a la soledad “como otro de los males que hacen mucho daño, y que va haciendo nido en nuestro corazón y comiendo nuestra vitalidad”.“Dios nunca cierra los horizontes”, señaló a los fieles, y agregó que “nunca es pasivo a la vida y al sufrimiento de sus hijos y siempre tiene atención “para tantas situaciones de exclusión, disgregación, encierro, de aislamiento”.Es cierto, consideró, “que no podemos obligar a nadie a recibirnos, a hospedarnos”, pero también es cierto “que nadie puede obligarnos a no ser acogedores, hospederos de la vida de nuestro pueblo. “Qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, lugares donde están los cristianos, como verdaderas centros de encuentro entre nosotros y con Dios”, expresó.Visita a “Bañado norte” “Estoy muy alegre por visitarlos a ustedes esta mañana, no podía estar en Paraguay sin estar con ustedes, sin estar en esta su tierra”, dijo el Sumo Pontífice dando respuesta al reclamo presentado por los pobladores, que denunciaron que intereses de personas que ya tienen mucho ahora se centran en las tierras de los Bañados.Conocido por abogar por los más pobres y desfavorecidos y pedir equidad en las naciones, el Vicario de Cristo visitó el Bañado Norte, uno de los lugares más pobres y desatendidos de Asunción. Allí, dio un mensaje de aliento a los pobladores, que previamente le presentaron algunos de sus principales problemas.Comparó a los pobladores del Bañado con la Sagrada Familia, que tuvo que pasar por muchos obstáculos. “Escuchar sus historias y todo lo que han pasado para estar aquí, todo lo que pelean para una vida digna, un techo, todo lo que hacen para superar las inclemencias del tiempo”, insitió, le recordó todo lo que tuvieron que sufrir José y María, y su hijo Jesús. Sin embargo, les dijo a los pobladores, que en esos momentos difíciles aparecieron prójimos, otros que como esa familia tuvo que huir de su tierra, dejando a los suyos, y se convirtieron en familia.Siguió entonces, con una crítica muy dura, a aquellos cristianos cuya fe es una solamente de misas de domingo. “’No, yo soy muy católico, yo soy muy católica, voy a misa todos los domingos (….) pero dígame señor, señora: ¿Qué pasa a en los Bañados? – Ah, no sé, no sé, sé que hay gente. Por más misas de los domingos, si no tenés un corazón solidario, si no sabés lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil, o es enferma, o está muerta”, sentenció el Sumo Pontífice.El Santo Padro prosiguió: “La fe sin solidaridad es una fe muerta, no es la fe de Cristo”. Invitó a los católicos a hacerse prójimos. Dijo que los bañandenses están llenos de esa fe solidaria y les pidió que sigan llevando el mensaje de Jesús, que fue el primer ser solidario que se sacrificó por todos sus hermanos. “La fe nos hace prójimos a la vida de los demás, nos aproxima a la vida de los demás, la fe despierta nuestro compromiso con los demás, la fe despierta nuestra solidaridad, una actitud humana y cristiana que ustedes (los bañadenses) tienen y que muchos tienen y tenemos que aprender”, señaló.Finalmente bendijo a la comunidad y les siguió instando a propagar el mensaje de Cristo. “Como les decía, el primer ser solidario fue Jesús, quien eligió vivir en medio nuestro, y yo vengo aquí como esos pastores que fueron a Belén y quiero hacer prójimo, quiero bendecir la fe de ustedes, quiero bendecir sus manos, quiero bendecir sus comunidades, vine a dar gracias con ustedes porque la fe se ha hecho esperanza y es una esperanza que estimula al amor”, dijo.Con los jóvenes Ante una multitud de jóvenes cristianos y horas antes de regresar a Roma, el papa Francisco ofreció una misa en la costanera de Asunción, Paraguay. El pontífice escuchó en primera persona los padecimientos de dos niños pobres, Liz y Manuel, y sus historias de fe en el escenario. Cuando le tocó hablar frente a los miles de creyentes, fue ovacionado.“Tenemos que tener el corazón libre, que pueda hacer lo que piensa y l
o que siente. ¡Ese es un corazón libre!”, dijo el Papa antes de pedir un rezo. También señaló que hacer lo que a cada uno le gusta en cada momento es una “falsa libertad”. “No hay que ser como Poncio Pilato, no hay que lavarse las manos”, destacó en referencia a la juventud. Francisco pronunció su discurso sin leer.El pontífice pidió ayudar “con solidaridad y amor” a los jóvenes en situación de vulnerabilidad. “La desesperación los lleva a la delincuencia, a colaborar con la corrupción. La vida no es fácil para muchos jóvenes. A esos chicos les tenemos que decir que queremos darles solidaridad y esperanza”, sostuvo.“Solidaridad, trabajo, esperanza, esfuerzo, conocer a Jesús, conocer a Dios y fortaleza, ¿un joven que vive así tiene el corazón triste? No. Ese es el camino. Pero para eso hace falta sacrificio, andar contracorriente”, exhortó. Por último, señaló: “Hagan lío pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Un lío que nos dé esperanza, que nazca de haber conocido a Jesús”.Problemas en el Ycuá BolañosA las 18.21 de la tarde, el Papa llegó hasta frente del memorial, donde un grupo de personas realizó una avalancha atropellando las vallas de seguridad y obstaculizando el paso.Las personas tiraron las vallas y se acercaron hasta el papamóvil, por este motivo no pudo quedar en el lugar como tenía previsto realizarlo, por una medida de seguridad.En el lugar habían criaturas, mujeres embarazadas, y los presentes manifestaron que hubo un gran desorden. En el sitio hubo heridos, personas desmayadas que debieron ser asistidas por los Bomberos Voluntarios. El Papa tenía previsto mantener una reunión íntima por un momento en el interior del local con los familiares de los fallecidos.El 1 de agosto de 2004 se incendió el Supermercado Ycuá Bolaños, una tragedia que dejó un saldo de casi 400 muertos, 365 sobrevivientes, 206 huérfanos y unas 5.000 familias afectadas. En el sitio se esperaba incluso entregar un obsequio, no obstante la irreverencia de los que estaban detrás del cordón de seguridad causó que el Sumo Sacerdote se dirija directo al aeropuerto.La prepotencia y la ira se apoderó de muchos de los que aguardaban en el siniestrado supermercado, desatándose una serie de discusiones y llantos mientras el papamóvil se alejaba del sitio.Muchas de las personas presentes llegaron al Memorial durante la noche de ayer y la madrugada, justamente las que criticaron de forma más enérgicas. Esto también produjo una serie de desmayos y descompensaciones por una desafortunada situación que no estaba prevista.Liz Torres, víctima y exministra de la Niñez, dijo que no se percató de cuál fue el momento en el que se desató el incidente, pero que finalmente solo repartió bendiciones al paso del papamóvil, sin hacer la parada esperada. El problema que originó que el papa Francisco pase de largo el Memorial del Ycuá Bolaños fue que el papamóvil ingresó por el acceso que no estaba habilitado para su paso.Esta confusión ya no pudo revertirse una vez que el vehículo intentó retornar y ponerse en el carril correcto, ya que la cantidad de personas que estaban en el lugar para verlo pasar rebasaron las vallas donde la seguridad no era de la magnitud que se necesitaba.Así explicó Berzabe Meza, de la Coordinadora de Víctimas del Ycuá Bolaños, al diario Última Hora.Aseguró que se pisó la memoria de los muertos y se caló en el dolor abierto de los familiares y víctimas, que esperaban sanar los corazones con la visita del papa Francisco, quien además preparó un mensaje especial para ellos.En la baranda que rodeaba a las víctimas y familiares estaba colgada una bandera paraguaya con fotografías de los 400 muertos en la tragedia, pero al caer esta al suelo, la comitiva papal pasó por encima, aumentando la indignación y tristeza de los presentes.El capitán Álvaro Barca de la Segunda Compañía de Bomberos Voluntarios, confirmó que 15 personas fueron atendidas luego del incidente, informó el periodista de Última Hora Rodrigo Houdin.Dos personas registran heridas que parecerían ser golpes por atropello de motocicleta, según expresó el bombero, quien cuestionó la prepotencia con la que actuaron los policías que guiaban la comitiva.DespedidaMinutos después de las 18.30, Francisco llegó al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, donde aguardaban el presidente de la República, Horacio Cartes, y más personas que le dieron una calurosa despedida.Un cordón de niños vestidos como la célebre Guardia Suiza sorprendió al pontífice, quien recibió de parte de Horacio Cartes una fotografía de regalo. Antes de subir al avión, el papa Francisco asistió al último número cultural a cargo de niños indígenas de la comunidad Mbya Guaraní, que interpretó la canción “Buen viaje papa Francisco” y de un grupo de artistas que interpretó “Sueño color cielo”. Poco antes de las 19.30, el Santo Padre partió rumbo al Vaticano.





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