ALDEA YSYRY, Colonia Delicia. El frío de la mañana, la escarcha en el pasto, el viento húmedo que hiela el rostro y las manos son los obstáculos que los niños de esta comunidad mbya deben vencer para poder estudiar, ya que desde hace dos semanas tiene clases fuera del salón donde funciona el aula satélite de la Escuela 283 de Mado.“Con este frío, se sientan afuera porque el salón sigue con el techo roto, ya que nadie vino a ayudarnos a arreglar y no tenemos ni materiales ni herramientas”, lamentó ante PRIMERA EDICIÓN el cacique de la aldea, Dalmacio Ramos. Dicho salón lleva años sin ningún tipo de mantenimiento y poco a poco se está viniendo abajo, tabla por tabla, tirante por tirante. Hace un mes fue la gota que colmó el vaso: una viga se desprendió, cayó en pleno horario de clases y lastimó a una niña de ocho años que estaba debajo. Debieron trasladar a la pequeña al hospital para hacerle unos puntos y tras algunos días logró recuperarse. Afortunadamente no pasó a mayores, pero para evitar más riesgos es que decidieron tener clases afuera. “Hace un mes, cuando cayó la viga, pedimos al Municipio que nos ayude con los arreglos, pero nadie apareció”, dijo Ramos. Asimismo, hace tiempo han gestionado la construcción de un edificio más adecuado para tener clases, con espacio suficiente para la secundaria, que ahora está funcionando en la galería, con paredes de madera improvisadas, y para el nivel inicial, que tiene clases en un rincón del aula. También quieren tener un espacio para poder cocinar y servir la comida para los niños.“Estos días vinieron desde (el Ministerio de) Educación y dijeron que está aprobado y que construirán una escuela, pero no tuvimos novedades. Necesitamos que sea pronto porque los niños tienen derecho a estudiar y no pueden seguir así, estudiando a la intemperie, en la humedad y el frío”, dijo Ramos. Esperando las viviendasA principios de mayo, Dalmacio Ramos viajó con gran esfuerzo a Posadas a dialogar con autoridades del Ministerio de Derechos Humanos, a las que solicitó una vez más acceder a la construcción de siete casas para familias que las necesitan con mayor urgencia porque están viviendo en condiciones de extrema pobreza, expuestas al frío y la humedad, tanto dentro como afuera de sus viviendas.Hace dos semanas, según averiguaciones que realizaron algunas personas de Posadas que colaboran voluntariamente con la comunidad Ysyry, fueron informados en el Iprodha de que el pedido de las viviendas ya estaba aprobado. No obstante, hasta el momento nadie se hizo presente en la aldea para informar al respecto o comenzar los trabajos. “En el Ministerio de Derechos Humanos hay gente que se ocupa exclusivamente de trabajar con las comunidades, allí también nos informaron que las casas están aprobadas. Eso nos alegra, pero estamos en la incertidumbre porque nadie nos avisó de nada ni tampoco vinieron a comenzar los trabajos”, confirmó Ramos.Realmente, de las más de 20 familias de la aldea, estas siete son las más complicadas en cuanto a lo habitacional. Cada día que pasa están expuestas al frío y a la humedad, y los niños se enferman muy seguido.





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