PUERTO IGUAZÚ. Acusados de pagarle 20 pesos a dos niños para filmarlos mientras mantenían relaciones sexuales, dos changarines deberán responder en juicio oral por el inexplicable episodio que sucedió a fines del año pasado en Comandante Andresito y conmocionó a toda la provincia.Se trata de Ramón Maciel y Oscar Da Silva, quienes se sentarán en el banquillo imputados por los delitos de “promoción y facilitación a la corrupción de menores, con producción de imágenes pornográficas de menores”, por los que enfrentan duras condenas en prisión.Las fuentes le confirmaron a PRIMERA EDICIÓN que el requerimiento de elevación a juicio fue elevado en las últimas horas por el letrado Martín Brítez, titular de la fiscalía de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, hacia el Tribunal Penal 1 de Eldorado, donde ahora se debe fijar fecha de debate.El hecho fue escalofriante y generó conmoción en toda la provincia. De la investigación realizada por el Juzgado de Instrucción 3 de esa misma ciudad -iniciada por el en su momento magistrado Juan Pablo Fernández Rissi y continuada luego por el actual subrogante, Rubén Lunge- surge que el hecho sucedió en el barrio Quintas Altas de Andresito durante la mañana del lunes 8 de septiembre de 2014.Aquel día dos niños de seis y diez años se dirigían a clases en una escuela de la zona cuando fueron interceptados por los degenerados, quienes los “convencieron” -si es que se puede hablar de convencimiento en el caso de criaturas- de filmar escenas sexuales en un yerbal cercano a cambio de entregarles 10 pesos a cada uno.Del expediente surge que los changarines lograron salirse con la suya y filmaron el video con un teléfono celular. En las imágenes se observaba a los niños manteniendo relaciones sexuales. “Vamos a filmar un video”, les decían a los inocentes pequeños.El caso quizás nunca hubiese trascendido si no fuera porque uno de los dos acusados le envió la filmación a una de las maestras de los niños por el software de mensajería “WhatsApp” con el mensaje: “Mirá lo que hacen tus alumnos”.La mujer no lo podía creer. Sin dudarlo, radicó una denuncia ante la fiscalía de Iguazú. Investigadores de la Unidad Regional V de esa ciudad y de la comisaría de Andresito iniciaron entonces una investigación que los llevó hasta Quintas Altas, donde se procedió a la detención de Maciel a principios de octubre.Sin embargo, el trabajo de las autoridades no terminó ahí. El lunes 20 de ese mes completaron el trabajo y arrestaron a “Sipi” Da Silva, también en Andresito, pero cuando regresaba a su casa del barrio Selva I después de pasar varias semanas en Puerto Iguazú. Todo indica que intentó refugiarse en aquella ciudad y pensó que ya no lo buscaban, pero se equivocó.Con elementos de sobra, el miércoles 5 de noviembre de 2014 Fernández Rissi decretó la prisión preventiva y denegó la excarcelación para ambos. El “riesgo procesal” era evidente: sin tener en cuenta la expectativa de pena por el delito que se les imputa, uno de ellos ya había escapado y ambos bien podían darse a la fuga a través de la Triple Frontera.Ahora finalmente Brítez solicitó la elevación a juicio de la causa y Lunge consideró correcto el requerimiento, por lo que el expediente se pondrá en camino en las próximas horas rumbo al tribunal eldoradense. Allí, si son encontrados culpables, Maciel y Da Silva podrían ser sentenciados a una dura condena. Una bajeza que, encima, se repitióDe las entrevistas en Cámara Gesell surgió la posibilidad de que los acusados hayan utilizado a los niños para filmar videos sexuales en al menos dos oportunidades distintas.Así entendieron los peritos que entrevistaron al pequeño de diez años, quien contó dos historias con finales diferentes. En una de esas filmaciones hasta habría sido maniatado por los presuntos degenerados. Todo eso seguramente quedará claro en el debate oral que se debe realizar.





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