POSADAS. La camioneta salía de la casa de la manzana 231 cuando fue interceptada por los uniformados, que la seguían desde hace varios días. La habían visto por la zona y sabían que era la misma que meses atrás habían robado en Buenos Aires. Lo que no imaginaron es el trasfondo: en el rodado había oculta casi una tonelada de marihuana.Fue un duro golpe para los narcotraficantes, que perdieron algo más de un millón de pesos. El procedimiento revolucionó la mañana de ayer en el complejo habitacional A-4, hacia el sur de Posadas, y se transformó en uno de los más trascendentes de los últimos años a nivel local, en virtud del volumen decomisado.En la escena, además de los 1.101 “ladrillos” de marihuana, también se secuestró un arma de fuego, cinco teléfonos celulares y 11 mil pesos, además de otros dos vehículos. Todo indica que ayer mismo la droga iba a ser transportada a Buenos Aires o Chile en una “caravana”programada para evitar controles carreteros.Anoche, al cierre de esta edición, las autoridades buscaban al dueño de la casa, que estaba deshabitada y que era usada como “aguantadero”. Según informaciones, se trataría de un comerciante del Mercado Modelo La Placita, que hasta el momento no había sido aprehendido.A punto de partirSegún pudo saber PRIMERA EDICIÓN, los operativos de vigilancia por parte de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial y de la Dirección de Investigaciones de la Policía provincial comenzaron días atrás, ante la presunción de que la Chevrolet S-10 blanca último modelo que circulaba por el A-4 era la misma que tenía pedido de captura por un robo en Buenos Aires.Ante esta situación, los detectives montaron una sigilosa vigilancia en la manzana 231, donde ubicaron el rodado. En eso estaban los investigadores alrededor de las 3.50 de ayer cuando notaron movimientos sospechosos en la vivienda señalada.La “caravana”, conformada por la S-10, una Fiat Fiorino y una Chevrolet Montana, se disponía a abandonar el barrio. Los efectivos, entonces, rápidamente entraron, la interceptaron y abortaron la salida del “convoy”.Primero chequearon la matrícula de la S-10. Allí confirmaron que, en realidad, pertenecía a una Toyota Hilux radicada en Córdoba. Era todo falso, así como la cédula verde que tenía uno de los presentes.Rápidamente se procedió a la detención de los dos sospechosos, de 25 y 31 años. Uno de ellos portaba una pistola “Bersa” calibre 22 milímetros. Eso, junto a que la casa estaba deshabitada y en ella había 11 mil pesos en efectivo y cinco teléfonos celulares, llamó la atención de los investigadores. Y las sospechas terminaron de cerrar al revisar la camioneta: bajo los asientos estaban escondidos 1.101 panes de “cannabis sativa”, que arrojaron un peso cercano a los mil kilogramos, casi una tonelada de marihuana.Enseguida arribaron a la escena hombres de la Dirección de Toxicomanía, quienes procedieron al secuestro del estupefaciente y a las pericias de rigor correspondientes. En virtud del amplio cargamento, fue un trabajo de largas horas que se extendió hasta cerca de las 10 de la mañana.En el lugar, los detectives de la Saic, de Investigaciones y Toxicomanía secuestraron además documentación importante que permitirá profundizar la investigación y quizás llegar a los “cabecillas” de la banda narco.Mientras tanto, por el momento, los investigadores estaban anoche tras los pasos del propietario de la vivienda allanada. Se trataría de un comerciante de La Placita que deberá explicar qué hacían la camioneta, la droga y los dos detenidos en su casa. Los arrestados fueron conducidos a sede policial y en las próximas horas serán indagados en el Juzgado Federal de Posadas, a cargo de la jueza subrogante Verónica Skanata. La investigación continuaba en busca de más integrantes. Nueve kilos en Santo PipóMientras tanto, en la madrugada de ayer efectivos policiales secuestraron nueve kilogramos de marihuana que viajaban ocultos entre un cargamento de mandioca, en un camión de pequeño porte, en Santo Pipó.Fue durante los primeros minutos del día que los uniformados divisaron el vehículo, que realizaba maniobras peligrosas. Al interceptarlo, el conductor se negó a ser sometido al test de alcoholemia, razón por la que fue detenido.Mientras los policías revisaban el vehículo descubrieron que en una bolsa de arpillera, entre la carga, viajaban 12 panes de marihuana, que arrojaron un total de 9 kilos. El chofer, de 49 años y oriundo de Candelaria, fue arrestado.





Discussion about this post