POSADAS. Padres de los alumnos de la Escuela 267 de Colonia Victoria se manifestaron ayer frente a dicha institución y en las puertas del Consejo General de Educación (CGE) en esta capital para repudiar el accionar de la directora Graciela Lissau y evitar que ésta retorne a su cargo, del que fue separada el 25 de abril por su reprochable actuación tras el abuso sufrido por un alumno de doce años durante el viaje de estudios que realizó con su curso a las Cataratas del Iguazú, el fin de semana del 12 y 13 del mismo mes. El pequeño sufrió un ataque mientras dormía en la cabaña con otros compañeros. El agresor, el profesor Arnaldo Morel (34), fue encontrado muerto horas después tras arrojarse a las aguas del Iguazú.“La directora es responsable, ella dejó desprotegido a mi sobrino y luego del abuso ni ella ni los docentes que viajaron hicieron nada para cuidar su integridad física y psíquica. Hay muchos otros padres que cuentan que sus hijos también fueron acosados por este docente y la directora nunca hizo nada. No queremos que vuelva a la escuela”, dijo indignada la tía del niño, Cecilia Mosquera, a PRIMERA EDICIÓN minutos después de haber sido recibida en el CGE por Lucía Glum, directora de Educación Primaria.“La gran mayoría de los padres de los 300 alumnos de la escuela estamos en contra de que vuelva, hemos firmado una nota y ahora la abogada (directora legal) del CGE, Cintia Glinka, está analizando firma por firma si corresponden a los padres, poniendo en duda la palabra del niño. Parece que nos están tomando el pelo”, dijo la mujer indicando que lo que se tiene que investigar es el accionar de la directora, que hizo la denuncia del abuso varias horas después de lo sucedido y no avisó a la familia del chico.La noche del abusoSegún relató Mosquera, su sobrino ya había sufrido acosos por parte del mismo docente, pero no lo había contado a su familia. El niño, cuya madre es esquizofrénica, está a cargo de su abuela y vive con dos hermanos. Según el relato de su tía, el sábado 11 de abril por la noche, tras el primer día de paseo con la escuela, su sobrino dormía en una cabaña junto a sus compañeros. Los docentes descansaban en otra cabaña. Cerca de la 1 del domingo 12, el niño dormía profundamente. El docente ingresó a la cabaña y comenzó a manosearlo en sus partes íntimas. El chico se despertó asustado y, pensando que otra persona lo estaba tocando, llegó a pedirle a su profesor que lo protegiera. El niño se volvió a dormir y el docente volvió a atacar. El niño despertó, comenzó a gritar y salió corriendo hacia la cabaña de los docentes. Salieron las maestras e intentaron tranquilizarlo. “Él les contó todo lo que pasó y ellas le dijeron que no llore, porque sino todos los chicos se iban a enterar de lo ocurrido”, relató Mosquera. El profesor dijo a las docentes que quería conversar y se fueron caminando hacia un lugar apartado, pero luego el hombre salió corriendo y desapareció. Su cuerpo se encontró el lunes a la siesta: se había arrojado a las aguas del Iguazú.El domingo “mi sobrino se aguantó el llanto todo el tiempo y a nosotros nadie nos avisó nada. La única medida que tomaron los docentes fue colocarle un docente y una guardaparque como custodia, y pasó todo el día apartado de los compañeros, como si él fuera el culpable de lo que le pasó”, protestó Mosquera. “Sólo nos enteramos de que todo esto había sucedido cuando él volvió a casa el domingo a la tarde. No entendemos por qué no se comunicaron con nosotros”, dijo entre llantos, recordando que fue al ver a su familia cuando el chico se quebró y contó lo sucedido.Recién varios días después la escuela gestionó la presencia de un grupo de psicólogos, pero según la tía, “la atención psicológica que tuvo mi sobrino la consiguió su abuela, quien está a cargo de ellos”.Otras acusacionesEntre otras acusaciones que pesan sobre la directora de la Escuela 267, Elisa Pereira -madre de dos niños que cursan en 3º y 6º grados- dijo a PRIMERA EDICIÓN que “a los chicos que no pagaron la cooperadora los dejan sin el postre”. Esta era la política que aplicaba la directora Lissau, quien asumió el cargo hace trece años. Además indicó que “les hacen vender rifas y que luego en la escuela no se ven concretadas las compras de aires o ventiladores que supuestamente se iban a adquirir con las rifas”, agregó.





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