SANTA FE (NA). El abuelo del principal acusado por el crimen de Chiara Páez, la adolescente de catorce años asesinada en la localidad santafesina de Rufino, contó que fue él quien le dio el aviso del crimen a su hijo policía. A una semana del episodio, Tomás Vallejos habló por primera vez y contó lo duro que fue para él enterarse de la confesión que le hizo Manuel y de tener que entregarlo por el homicidio.Vallejos es el esposo de la abuela del joven, novio de Chiara y confeso autor del delito, y -al igual que su mujer y la madre y el padrastro de su nieto- estuvo demorado por ser el dueño de la casa donde se encontró enterrado el cuerpo de la víctima, pero fue liberado más tarde.El hombre reveló que, al preguntarle a su nieto por su novia, que en ese momento se encontraba desaparecida, el chico negó tener alguna información ni haberle hecho nada, pero el anciano le tomó la mano y le insistió para que le diga la verdad, asegurándole que si hizo “una cagada”, él lo iba a entender.“Uno lo veía y tenía la mirada nerviosa. Le dije: ‘¡Manuel, vos sabés que soy tu abuelo y aparte somos amigos. Si hiciste una cagada decímelo, no te voy a delatar’”, relató entre lágrimas Vallejos a un canal de televisión. El chico le habría confesado al abuelo que mató a la chica y la enterró luego en el patio de la vivienda. Ante esta declaración, el abuelo cuenta que se dirigió a hablar con su hijo policía, el padre de Manuel, y le dijo: “Rubén, ahí tenes a tu hijo. Mató a la chica y me la enterró acá en casa”. Vallejos le habría pedido a su hijo, entre gritos, que se llevara al muchacho de su casa y, según relata, al momento en el que el padre se proponía a llevárselo, los policías ya estaban entrando en la casa para hacer el allanamiento.Chiara Páez, quien -según se conoció más tarde- estaba embarazada, fue hallada en esa vivienda de la localidad santafesina de Rufino, donde vivían los abuelos de su novio junto al menor, su madre y padrastro, quienes continúan detenidos. Sería un desahogo grande poder hablar y explicarle a los padres de la joven. “Me pongo en su lugar y sé el dolor que están sufriendo. Lo estoy sufriendo yo también, pero no por Manuel sino por su hija”, contó apenado el hombre. Trascendió que los detenidos pertenecerían a la religión umbanda, dijeron las fuentes.





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