POSADAS. Los sabuesos olfateaban su rastro desde hace varios días, hasta que finalmente ayer por la mañana lo rodearon y terminaron el trabajo. El joven tiene 19 años, pero era buscado desde los 17 en Buenos Aires por matar a otro de una puñalada. Cayó ayer en el corazón del barrio San Lorenzo de Posadas, donde se refugiaba de las autoridades bonaerenses.Omar Sebastián Andrés Gómez. Ese es el nombre que durante un año y cinco meses desveló a los investigadores de la Policía Bonaerense, hasta que ayer finalmente volvieron a recibir noticias sobre él, una vez que colegas lo apresaron a más de mil kilómetros de distancia.Según le contaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, efectivos de la División Homicidios de la Direción de Investigaciones y Delitos Complejos de la Policía de Misiones estaban tras sus pasos desde hace varios días, una vez que recibieron el alerta de que Gómez se encontraba en la provincia.El muchacho, nacido en Misiones, algunos años atrás partió a Buenos Aires en busca de una oportunidad. Allí se alojaba en casa de su padre cuando el miércoles 13 de noviembre de 2013 cometió un “error” que le costaría. Y mucho.En aquella oportunidad, por razones aún no del todo claras, apuñaló a otro joven identificado como Iván Tapia. No lo hizo sólo: por el caso está detenido desde hace algunos meses otro muchacho de similar edad. Sólo faltaba Gómez.El crimen tuvo lugar en Villa Celina, partido de La Matanza, y desde entonces el Juzgado de esa localidad solicitó la detención del sospechoso misionero. Los investigadores creen que fue entonces que Gómez decidió escapar de Buenos Aires y refugiarse en distintos puntos de la mesopotamia, hasta que algunos meses atrás finalmente recaló en el barrio San Lorenzo, a pocas cuadras de la casa de su madre, en el barrio San Jorge, en el sur de Posadas.Desde entonces, los efectivos de Homicidios iniciaron un arduo trabajo investigativo que los llevó hasta una vivienda emplazada sobre avenida Pueyrredón y calle 59, a cien metros de la avenida Cocomarola.Gómez dormía cuando llegaron los policías. Jamás imaginó que, después de tanto tiempo en el anonimato, volvería a sentir el frío de las esposas alrededor de sus muñecas. Pero se equivocó. Y cerca de las 9.30, aún sin poder diferenciar si se trataba de su peor pesadilla o de la realidad, fue trasladado desde el corazón del barrio San Lorenzo hacia una dependencia policial.El joven quedó detenido a disposición de la Justicia provincial, aunque en las próximas horas se cumplimentarán los trámites de rigor para que emprenda el regreso hacia Buenos Aires, donde lo esperan las autoridades bonaerenses junto al otro imputado que tiene la causa.





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