POSADAS. Comienza a verse algo de luz al final del túnel. Al menos así lo piensa toda la comunidad del Centro Educativo Polimodal 20 (CEP 20), que esperó poco más de siete años por un edificio propio que ya se encuentra en construcción. “En el 2014 se aprobó la licitación y la empresa encargada ya puso los cimientos en el terreno. El plazo de ejecución es de doce meses. Por ende, como empezaron el año pasado en octubre, esperamos para este fin de año tener el edificio propio y en condiciones”, declaró la directora de la institución, Gladis Toledo, a PRIMERA EDICIÓN. La lucha fue larga: padres, docentes y alumnos reclaman un edificio propio desde la creación del CEP en el 2008. Desde entonces, y por falta de sede, dan clases en las Escuelas 645 y 266 gracias a un acuerdo firmado entre las instituciones. Pero sucede que las condiciones no son las óptimas: el pequeño lugar en el que están en la Escuela 645 “Ejército Argentino” cuenta con cuatro aulas para primero, segundo y tercer año, en tanto que cuarto y quinto y la secretaría funcionan en un costado del pasillo de acceso. Al ingresar, hay un tabique de madera detrás del cual comparten el espacio, apenas separados por unas tablas de 1,20 metro de alto, los dos cursos y dicho sector administrativo. “Si tenemos en cuenta la población que atendemos, con determinadas características de vulnerabilidad, lo que más se resiente en los chicos es la estima cuando se comparan con otros lugares, pero no creo que esta situación que vivimos influya en el aprendizaje de los chicos: los profesores dan lo mejor de ellos y los alumnos ponen todas sus ganas para aprender”, sostuvo la directora Toledo. Esta afirmación fue corroborada por Andrea, la preceptora, que aseguró que “trabajamos mucho y le ponemos ganas, pese a que la situación no es la ideal”, pero destacó que “todos los días, en este ámbito donde hay dos cursos, preceptoría, dirección, secretaría y todo, hacemos mucho hincapié en las reglas de convivencia. Tratamos de respetar la clase del otro, no levantamos la voz, pero tener una clase más dinámica es casi imposible, ellos tienen que estar quietos mientras escuchan de cerca al profesor. Lo ideal sería que cada grupo tenga un curso cerrado donde puedan tener su intimidad, una clase como corresponde, porque los adolescentes son activos, necesitan que su aprendizaje sea en acción y en estas condiciones no se puede. Estamos todos reprimidos acá porque cuando los padres vienen a hablar con nosotros no podemos hacerlo tranquilos, es casi imposible”. Este tipo de situaciones se terminarán una vez que finalicen e inauguren el nuevo edificio en la zona de Urquiza y Zapiola. “Estamos esperanzados y con todas las expectativas en ese lugar”, cerraron. “Difícil lograr su atención”Docentes consultados por PRIMERA EDICIÓN, coincidieron que la situación en la que dan clases los alumnos del CEP 20 no son las mejores y que influye de manera negativa en su aprendizaje. “Es un derecho de los alumnos que el Estado les garantice condiciones edilicias óptimas y un ambiente adecuado para que los chicos aprendan”, indicaron. “Ese ambiente debe generar muchas distracciones y si bien se trata de buscar todas las herramientas para generar una buena calidad de aprendizaje, con tantas desatenciones debe ser muy difícil”. Para finalizar, sostuvieron que “no es la mejor situación para enseñar ni para aprender. Cuesta bastante lograr la atención de los chicos y más aún en esas condiciones. ¿Cómo se pretende mejorar la enseñanza si no mejoran las condiciones edilicias en las que estudian?”.





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