BUENOS AIRES (NA). Una ejecutiva de una inmobiliaria complicó aún más al portero Jorge Mangeri, quien es juzgado por la muerte de la adolescente Ángeles Rawson, al ratificar que le ofreció 100 pesos para “bajar al sótano” del edificio en el que se habría producido el crimen. De este modo, en el Tribunal Oral Criminal 9 ya se sumaron cinco testimonios en torno a otras tantas mujeres a las que el portero habría acosado verbalmente con alusiones sexuales. María Esther Hernández, ejecutiva de cuentas de la inmobiliaria Fast Propiedades, narró ante el Tribunal que en 2011 Mangeri le formuló esa propuesta indecente en ocasión de pasar ella por el edificio de Ravignani 2.360 para requerir información sobre unas propiedades. “Había dos lotes que podían ser de interés: una casa tomada y, enfrente, un supermercado chino que estaba vacío”, dijo la testigo a los magistrados. “Había un encargado que estaba barriendo la vereda. Siempre hay alguien que aporta datos y me acerqué. Me comentó que estaba tomada, que había tenido problemas de humedad y que no sabía quiénes eran los dueños”, añadió.La testigo confirmó que le entregó a Mangeri una tarjeta de la inmobiliaria ya que suele participar de las comisiones a las personas que le aportan datos y, que cuando se retiraba, ese portero, al que después identificó como Mangeri, la llamó. “Mi tarjeta está membretada. El encargado me llama, me dice Esther” y narró que cuando ella se acercó nuevamente a Mangeri, él le dijo que “tenía 100 pesos” y le preguntó “si quería ir al sótano”.“Le dije algunas malas palabras y me fui”, señaló Hernández y cuando el abogado querellante Pablo Lanusse le preguntó qué reacción tuvo Mangeri ante sus insultos, la testigo indicó: “Ninguna. Levantó los ojos y siguió barriendo”.Ante otra pregunta de Lanusse expresó: “Una se siente mal. Trabajar en la calle suele ser bastante complicado. Ofrecerle dinero a alguien para hacer eso es denigrante, es desagradable, feo”.Luego se presentó ante el tribunal el testigo Marcelo Bustos, compañero de trabajo de Hernández, quien contó también el episodio que había vivido la mujer: “Llegó a la oficina y a modo anecdótico o de chiste dijo que un encargado le ofreció 100 pesos para pasar al sótano”, recordó.El acontecimiento que relató la testigo es el quinto de los presuntos acosos de Mangeri hacia distintas mujeres ventilados en lo que va del juicio oral. En el juicio se juzga a Mangeri como acusado de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado y femicidio agravado”. El único imputado es el encargado del edificio en donde vivía la joven.Ángeles, de 16 años, desapareció el lunes 10 de junio del 2013 cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Palermo.Las cámaras de los edificios registraron el momento en el que la joven ingresó por la puerta principal del edificio donde vivía junto a su familia, y donde también estaba Mangeri. Al día siguiente su cuerpo fue hallado en el predio de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez, y días después el portero fue detenido a raíz de una declaración en la que se autoincriminó.Luego Mangeri dijo ser inocente y que la declaración que había hecho fue a raíz de ser amenazado por un grupo de personas a las que nunca identificó, y de quien dijo recibir una golpiza, aunque se determinó que las heridas habían sido autoinflingidas.En el juicio que afronta desde hace días, el portero ratificó que es inocente y dijo que se enteró del crimen a través de la televisión.





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