POSADAS. Mientras que en el ámbito capitalino existe una incalculable cantidad de comida que hace falta en las mesas de algunos hogares vulnerables, paradójicamente hay mucha otra que se tira a la basura porque sobra en los distintos eventos sociales. De ahí nace “Plato Lleno” un proyecto que pondrá en marcha una suerte de “delivery solidario” para “recuperar el alimento que no se consume en las fiestas y trasladarlo hacia los centros comunitarios de Posadas”. Así sintetizaron la abogada Nadia Gibaja y el empleado de comercio Gionnatan Bonboy el aspecto central de voluntariado que se está poniendo en marcha en Misiones y cuyo motor y eslogan es “La comida no se tira sino que tiene que llegar a esos platos vacíos”. Explicó la pareja: “Este proyecto germinó en Buenos Aires hace más o menos un año, por inquietud del propietario de una pequeña empresa que brinda servicios de catering, para canalizar eficientemente esa desazón que se iba apoderando de él cuando debía tirar a la basura toda la comida que quedaba sin tocar en los eventos”. “Es la comida que ni siquiera llega a ser servida en los platos, sino que se la prepara y queda sin tocar en la cocina la que queremos recuperar para los hogares; se trata del alimento que puede estar sobrando en un lugar y que falta en otro plato, básicamente esto es una redistribución para que ninguno de los platos quede vacío”, reflexionó Gibaja.El grupo que tomó la “posta” en Posadas ya entró en conversaciones al menos con tres directivos de instituciones contempladas como posibles beneficiarias en una primera etapa. En este sentido, Bonboy explicó que tras los primeros encuentros de los voluntarios se procedió a un sondeo informal “para saber si los hogares están en condiciones de recibir la comida. En este sentido, era importantísimo saber si disponen de freezers para que no se rompa la cadena de frío de los alimentos donados y también que el número de destinatarios esté conformado por un grupo pequeño, de no más de 80 beneficiarios, para que la contención se realice de manera eficiente”.Si bien actualmente el grupo todavía se encuentra en la etapa de seguir sumando voluntades, por ahora están definiendo las responsabilidades que les van a caber a cada uno desde el lado del voluntariado, cada uno sabiendo el rol que le cabe y ser eficiente en lo que pueda ayudar desde su lugar.Puntualizó la abogada que “uno de los aspectos con los cuales tenemos suma precaución tiene que ver con sanidad y bromatología, por ello empezaremos por gestionar un carnet de manipulación de alimentos que será obligatorio para los miembros, a fin de resguardar las responsabilidades civiles que pueden caber si por ejemplo ocurre algún caso de intoxicación, que hace a la responsabilidad civil tanto para los que van a donar como para quienes trasladan y sirven la comida, y así garantizar la salud de quienes la consumen”. “De hecho, vamos a contratar una cobertura de seguro, que será la misma que usan los servicios de catering, para poder hacernos cargo de cualquier eventualidad dentro de los centros comunitarios. Queremos que esto sea óptimo, la intención es arrancar con el pie derecho, barajar todas las posibilidades, que nadie corra riesgos, que sea algo seguro y que esto a su vez invite a participar a la gente”, insistieron.





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