POSADAS. Que el pequeño productor tealero dejó de percibir el precio oficial que se venía fijando año tras año es una realidad, y que en contrapartida los grandes exportadores hayan invertido durante los últimos años para cultivar su propio teal y de esta manera dejar de comprarle al colono, es otra realidad completamente comprobable.La crisis económica para el pequeño colono tiene un arrastre de décadas y admiten que “ya es insostenible la situación”, pero desde la Cámara de Elaboradores de Té Argentino (Ceta) fueron tajantes al expresar en las últimas horas que “que los stocks en los depósitos están al límite” y no pueden acopiar más.Este martes, el ministro del Agro y la Producción, José Luis Garay, se reunió con los integrantes de la Ceta “con el fin trabajar juntos en busca de soluciones a los problemas que atraviesa la actividad, por la caída de la demanda del producto en el mercado externo y por las expectativas que se presentan ante la presencia de compradores”, informaron desde la cartera agraria. Incertidumbre“Va a ser un año complicado”, adelantó Garay, debido a las restricciones de los mercados internacionales y las expectativas que se presentan por los compradores que normalmente vienen en esta fecha del año y la ansiedad por la decisión que van a tomar estas personas que vienen a hacer negocios. “La semana pasada estuvo gente de otro grupo que normalmente compra y no prometieron los volúmenes de los años anteriores”, reveló el titular del organismo provincial.Garay habría pedido a los empresarios que compren a los proveedores habituales tanto del sector primario como también al de té en rama. “Un caso es Casafuente, una empresa que paga el precio oficial y está comprando todo los que puede, pero (dicen) que los stock en los depósitos están al límite y no pueden acopiar más”, manifestó el ministro a través de un comunicado.El encuentro se llevó a cabo en la oficina del presidente de la Ceta, Carlos Okulowich, en Oberá, donde los referentes de la entidad habrían planteado “una agenda a futuro” para ir tocando algunas problemáticas, entre los que sobresale “atender las necesidades de los pequeños productores, que son uno de los eslabones de la cadena tealera más vulnerables”, expresó el ministro del Agro.En este contexto, también Garay planteó que “hay que trabajar mucho con nuestros productores, a fin de que puedan certificar su producción; eso permite ubicar más fácilmente en los mercados”.Y propuso instrumentar el plan Proalimentos para el productor de té: “Vamos a ir viendo cómo incorporamos al pequeño productor en los créditos del Programa Provincial de Alimentos como una ayuda para el pequeños productor, para que éste pueda certificar su plantación y que le permita ingresar a un mercado que cada vez es más exigente”. “Compromiso”Por su parte José Semeguén, director de Yerba Mate y Té de la Provincia, dijo que “los integrantes de la Ceta se comprometieron a no parar la cosecha y a un apoyo total al eslabón más pequeño de la cadena productiva del té y trabajaremos juntos en un análisis constante de los comportamientos del mercado internacional. También vamos a seguir apostando a la conformación de un instituto de regulación de la actividad”, puntualizó.“Creo que la actividad necesita un conjunto de medidas que sean ya no solamente coordinadas en el seno de la Coproté (Comisión Provincial del Té) sino en el Ministerio, en un ámbito que se convoca normalmente para discutir precios, y creo que hay que discutir la actividad antes que la coyuntura del precio que aplican los molineros y que afectan al productor”, acotó.Finalmente Garay agregó: “Vamos a seguir trabajando en las líneas de créditos a medianos y grandes secaderos de hoja verde o brote. La idea es que, cuando se entreguen los créditos, gran parte de ellos se vuelquen a los productores de hoja verde de té que ha entregado el producto. En esas líneas vamos a seguir trabajando”.





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