POSADAS. La información de que una mujer fue encontrada quemada en Candelaria y de la cual no se sabe su identidad despertó la angustia de una familia que busca a su hija desde hace más de una semana, cuando se ausentó de la casa donde convivía con sus padres y seis hijos. Inmediatamente su madre y una de sus hijas fueron al hospital Ramón Madariaga a reconocer a la persona que estaba agonizando en el centro sanitario, pero no se trataba de ella. Esto les devolvió las esperanzas de seguir buscándola hasta encontrarla.Moisés y Florentina, padres de Rosaura Aquino (32), contaron a PRIMERA EDICIÓN la desesperante búsqueda de su hija, quien se encuentra desaparecida desde hace más de diez días. No solamente desean hallarla lo más pronto posible, sino que ellos se encuentran al cuidado de sus seis nietos, quienes preguntan todos los días por su madre. Los hijos más grandes, quienes no superan los doce años, parecen comprender la situación, pero no así el menor de dos, quien no entiende el porqué de la ausencia de su mamá.Rosaura se ganaba la vida como empleada doméstica y en sus ratos libres realizaba trabajos en tela y confección de almohadones y salía a vender. Con el dinero que conseguía, mantenía y alimentaba a sus hijos. Según los testimonios de sus padres, ella es una mujer trabajadora y vivía para sus hijos, pasaba el mayor tiempo posible con ellos y nunca se la vio con otra persona después de que se separó de su pareja.Pero lo más impensado comenzó a tomar forma el sábado 10 de enero por la mañana, cuando Rosaura salió a pagar unas cuentas al centro. Después tenía previsto viajar hasta Santa Ana para visitar a su expareja, quien se encuentra privado de su libertad en Loreto, purgando una condena desde hace más de cinco años. Esa fue la última vez que sus padres e hijos la vieron.Nadie sospecharía que toda esa situación se encaminaría a la incansable búsqueda de Rosaura. Inmediatamente la familia tomó contacto con su ex, Víctor, para ver si sabía algo de ella o si le había dicho algo que les diera alguna pista que los guiara en la búsqueda. Pero sus padres contaron que grande fue la sorpresa cuando Víctor les dijo: “Ella nunca vino a visitarme ese día”. Incluso agregó que él se pondría muy contento de volver a verla.No muy convencidos de sus dichos, los padres de Rosaura pidieron colaboración a la comisaría Novena, donde se radicó la denuncia por la desaparición de la mujer y donde comenzaron las primeras investigaciones del caso.Para los progenitores, la búsqueda acumulaba más dudas que certezas, pero los efectivos de la seccional de Itaembé Miní seguían investigando el entorno de la mujer y comenzaron indagando en el Servicio Penitenciario, teniendo en cuenta que la joven madre dijo que ése era su destino el día que desapareció. Desde Loreto confirmaron a los efectivos que Rosaura fue ese día a visitar a su expareja a la cárcel y que se quedó hasta las 17, según los registros de la planilla de entrada en la penitenciaría, según afirmó su padre. A partir del dato que obtuvo la Policía, que se contradice con los dichos de su exconcubino, la familia comenzó a tener sospechas. A esto debe sumarse que Rosaura le envió mensajes de texto a su hija días después de que se la vio por última vez. Pero todas son conjeturas y todavía nada está claro entorno a su desaparición. También se siguen otras líneas de investigación que apuntan a que podría estar en otra provincia. Esta pista surge de un nombre y de un número telefónico encontrados en la vivienda de la mujer. A pesar de sus rostros de tristeza, los padres de Rosaura no pierden las esperanzas de encontrarla. “Esté donde esté mi hija, se encuentra contra su voluntad”, aseguró su progenitor. Mientras tanto, los vecinos de Itaembé Miní imprimieron centenares de carteles con el rostro de la mujer. Comenzaron a recorrer calles y avenidas de la zona y a pegarlos en cada esquina, todo bajo un lema y un deseo: “Que Rosaura regrese, para estar con sus hijos”. Los datosRosaura Florencia Aquino tiene 32 años, cabellos negros largos, posee contextura delgada, tez morocha, mide 1,55 de estatura y sus ojos son marrones. Realiza trabajos domésticos en casas particulares y confecciona almohadones o trabajos en tela. La mujer se ausentó el pasado sábado 10 de enero de su casa, ubicada en el barrio 50 Viviendas Costanera de Itaembé Miní. Ella vive allí junto a sus padres y a sus seis hijos menores de edad. La última vez que se la vio habría salido a pagar unas cuentas al centro de Posadas y posteriormente tenía previsto ir a la Alcaidía de Loreto para visitar a su expareja.Aquella persona que pueda brindar información que ayude a aportar datos a la investigación puede dirigirse a la dependencia policial más cercana a su domicilio o bien comunicarse al teléfono (3764) 4458281 de la seccional Novena, que interviene por jurisdicción.





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