SAN IGNACIO. Esta ciudad ya había sufrido la furia de la naturaleza días antes de que termine el 2014. La madrugada del sábado 27 de diciembre azotó fuerte una tormenta de lluvias y vientos que desató su furia en las colonias que rodean la ciudad de las Reducciones Jesuíticas. Mientras intentaban acomodarse para recibir el año de la mejor manera, pasó lo que temían: volvió la tormenta. Esta vez, se afectó a más de setenta viviendas en el casco céntrico de la ciudad y, como aseguró Esteban Romero, intendente local “la situación es un desastre. Estamos tratando de socorrer a todas las familias afectadas. En un primer momento lo hacemos con chapas de cartón, pero hay gente que se quedó sin nada: le falta ropa, mercadería y elementos básicos”. Para colmo, todavía resta atender a la situación de las más de 150 familias que todavía no se acomodan de la tormenta que sufrieron los últimos días del año pasado. “Estas familias se encuentran en viviendas de parientes, amigos y vecinos. No tenemos un centro de evacuados. Algunos casos se solucionaron en parte y otros siguen a la espera”, señaló Romero, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Además, indicó que, como en cientos de miles de casas de la provincia “hay muchísimos lugares sin luz”. Para cerrar, señaló que no estaba informado de la reunión que se llevó a cabo con el gobernador y demás intendentes para conocer la situación de cada localidad.





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