PEKÍN, China (AFP-NA). Al menos 36 personas murieron y decenas resultaron heridas en una estampida en el célebre paseo del Bund de Shanghai durante los festejos de Año Nuevo, pese a los esfuerzos de las autoridades para mitigar los riesgos de las concentraciones.La estampida ocurrió poco antes de la medianoche del 31 de diciembre en este lugar histórico, donde tradicionalmente se da la bienvenida al nuevo año, anunció el jueves el Gobierno local.La mayoría de los fallecidos o heridos son mujeres -25 de los 35-, según los medios estatales. Las diez primeras víctimas identificadas tenían entre 16 y 36 años.El Gobierno local dijo que se están haciendo “todos los esfuerzos” para ocuparse de los 47 heridos, trece de ellos graves, por lo que el balance de muertos podría no ser definitivo.Unas cuarenta personas seguían hospitalizadas ayer.La agencia oficial Xinhua citó a un testigo que declaró que alguien arrojó “cupones” parecidos a billetes de dólares desde una ventana y que la gente se precipitó a recogerlos. Fotos publicadas en las redes sociales mostraban hojas impresas del tamaño y color de los billetes de dólares, pero con el logotipo M18, un local nocturno del edificio, con la inscripción “Año Nuevo 2015”.En los últimos años se organizaba un espectáculo en el Bund para el 31 de diciembre, pero el año pasado casi 300.000 personas asistieron al evento y las autoridades decidieron trasladarlo a otra zona por razones de seguridad, indicó el periódico Shanghai Daily en su web.Algunos testigos desecharon, por su parte, esta versión y culparon al exceso de gente de lo ocurrido. Una foto en la web del periódico Shanghai Daily mostró lo que parecen ser personas muertas y heridas en el suelo, rodeadas de más gente.“Sentí que me asfixiaba, no podía más, y si pude abrirme paso fue de pura suerte”, escribió un testigo de la tragedia en la red Sina Weibo, equivalente chino de Twitter.“Había gente que quería ver lo que pasaba, que empujaba incluso cuando la gente estaba aplastada”, comentó otro testigo.Pocas horas después, los agentes municipales prepararon una calle para que los habitantes depositen flores. A la entrada de la sala de urgencias del Hospital Número Uno de Shanghai, había una veintena de vehículos de policía estacionados y los agentes impedían el acceso al lugar.La madre de un niño de doce años, herido, lloraba sentada en una silla, rodeada de familiares.“No sé qué pasó, pero no nos dejan entrar a verlo”, declaró su hermano, bajo el anonimato.





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