POSADAS. En momentos en que comienza a regir el nuevo boletazo en el monopólico sistema integrado de transporte público del área metropolitana (Posadas, Garupá y Candelaria); apareció una voz que se expresa en nombre de mucha gente que no la tiene, al menos para el Gobierno. A las fuertes críticas que se escucharon en la audiencia pública que terminó en saco roto al momento de firmarse el aumento, se sumó el padre Alberto Barros, director de Cáritas y Vicario Episcopal para los Laicos de la diócesis de Posadas, con duras críticas a la medida adoptada por los gobiernos provincial y municipal en conjunto con representantes empresarios que terminaron nuevamente siendo los beneficiarios.“Cuando la avaricia del poder económico es avalada por el poder político, el que siempre sufre y pierde, es el pueblo”, aseguró Barros a PRIMERA EDICIÓN en referencia al acuerdo de los funcionarios con el Grupo Z. Días atrás, los pocos funcionarios que se animaron a dar la cara sobre el aumento que se vino, justificaron en la inflación el golpe al bolsillo de los usuarios.“Con el argumento de la ‘inflación’, tantas veces negada o callada en el discurso oficial, ahora se justifica un nuevo aumento en el costo del pasaje del transporte público, para satisfacer el deseo de enriquecimiento de alguna empresa casi monopólica y debilitar aún más el pobre bolsillo de la gente. Si de inflación se trata, el costo de la misma no debe ser asumido por el sector más débil sino por el más pudiente, es decir, por la empresa de transporte, que debería prestar un auténtico servicio social junto a una razonable y no exagerada ganancia”, manifestó. El sacerdote, que vive en contacto con los sectores de menos recursos económicos y más olvidados por el Estado, agregó una ácida crítica al servicio social público, esta vez concesionado al Grupo Z: “Cuando se habla de un verdadero servicio social no significa dar alguna donación por aquí o por allá de vez en cuando, sino ofrecer un servicio de calidad, digno y accesible a todos, privilegiando a los estudiantes, ancianos, jubilados, personas con capacidades diferentes”, exigió.Falta de transparencia y controlBarros brindó su definición de servicio de calidad y vinculó su ausencia en la prestación del Grupo Z con el aumento desmedido del precio del boleto. “Un servicio de calidad significa frecuencias adecuadas y llegadas a los lugares más aislados, sitios de espera seguros y cómodos, y claridad de costos y ganancias. A raíz de la indignación de la gente por el aumento anterior, quedó en evidencia el deficiente servicio prestado por el transporte público urbano, la falta de verdad y transparencia en el uso y justificación de los subsidios, junto a la falta de un control adecuado por parte de la autoridad competente”, criticó una de las voces de la Iglesia católica más comprometida con lo social. TarifazoDesde la cero de hoy rige el primer tramo de más del 20 por ciento de aumento, de un total del 32% aplicado en dos veces (enero y julio). Como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN el 26 de diciembre, el boleto único aumentará en dos etapas: a partir de hoy costará 5,10 pesos con tarjeta Sube y sin ella, 8 pesos en Posadas; y el 16 de julio volverá a aumentar a $5,60. El boleto estudiantil y escolar sufrirá un aumento del 15% a partir del 16 de julio.También a partir de la cero hora de hoy, el pasaje a Garupá costará $6,60 y a Candelaria 7,80 pesos, valores que en julio pasarán a $7,25 y $8,55 respectivamente, siempre con la tarjeta Sube, mientras que sin ella serán $10 y $12, respectivamente. El escolar en Posadas pasará a $1,15, a Garupá a $2 y a Candelaria a $2,15.




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