POSADAS. El 2014 se despidió con lluvia y el 2015 comenzó con mucha más, pero la tradición de buscar el Paraná sigue intacta. En las primeras horas de la tarde del primer día del año numerosas familias de distintos barrios capitalinos, de Garupá y Candelaria no dudaron en salir de sus casas para el acampe en el balneario El Brete. El corte de luz y la tormenta, según dijeron a PRIMERA EDICIÓN, no fue problema para muchos vecinos, que tenían ganas de empezar el año con motivos para festejar y no “renegando”, como aseguró Laura, de Garupá quien no dudó en cargar sillones, sombrillas y canasto para pasar con la familia unas horitas cerca del río.Inclusive, después de las 17, la Capital provincial recibió el azote de nuevas tormentas, y el servicio meteorológico no descartaba que sigan produciéndote fenómenos meteorológicos severos, sin embargo mucha gente siguió quedándose en la playa, que estaba señalizada con bandera amarilla, sinónimo de “río dudoso”. No obstante, tras la fuerte lluvia, los guardavidas tomaron la precaución e impidieron meterse al agua.Si bien el comportamiento y la actitud de la gente fue muy buena y la permanencia en el lugar fue tranquila, la tarde transcurrió bajo el estricto control de la policía que presta servicios en la zona costera.




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