BUENOS AIRES (Medios digitales). Analía Oliveira era oriunda de Misiones y tenía 24 años, había arribado a Buenos Aires para acompañar a su entonces novio, con quien se había peleado días antes de ser vista por última vez. Cuando se confirmó el hallazgo de un miembro inferior de la joven, se concretó la peor hipótesis: Fue asesinada y descuartizada.Cuando eso sucedió no había detenidos en la causa, situación que se revirtió en las últimas horas. Es que hay tres individuos tras las rejas por la muerte de Analía, todas personas que vivían con ella cuando desapareció.“Alguien tiene que saber algo más”, reclamó Miriam Peralta, la mamá de la joven que arribó a Buenos Aires cuando se enteró de la desaparición. Vale destacar que el entorno de Analía advirtió desde un primer momento que le extrañaba que la denuncia se realizara diez días después de haber sido vista por última vez.La madre comentó, en una entrevista con el canal de televisión C5N, que el fiscal Carlos Hassan les había advertido que resta saber qué pasó desde la desaparición hasta el hallazgo de la pierna. “No se sabe dónde estuvo detenida el tiempo anterior”, contó Miriam, aludiendo a que la fecha estimada de la muerte es el 17 de septiembre, horas antes del hallazgo que confirmaría el peor final.Los sospechososSe trata de tres personas que convivían con la joven: la excuñada Samanta Villagra, Federico Vega y Carmen Giménez.“Llama la atención que tardaron mucho en hacer la denuncia de la desaparición. Hubo tiempo de borrar muchas cosas”, aseguró el familiar de la joven misionera asesinada y descuartizada. “La denuncia se hizo once días después, en esos días aparece una parte del cuerpo”, había comentado Enrique, tío de la víctima tras la confirmación de la muerte. “Desconfío de todo, desconfío del novio, de Samanta (Villagra)”, dijo en esa oportunidad.La investigaciónLa mujer había sido vista por última vez la noche del sábado 9 de agosto, cuando salió sola, con su celular y su DNI, de su casa del barrio Santa Marta. Días después se registraba el hallazgo de restos humanos en un descampado en el Barrio Ferroviario y la Fiscalía que interviene en el caso, a cargo de Carlos Hassan, ordenó cotejos de ADN, que dieron positivo.Analía había arribado a Buenos Aires, proveniente de la localidad misionera de Candelaria, hace un año y medio para acompañar a su entonces pareja (quien estudia en una escuela militar de Campo de Mayo), con quien se había peleado días antes de ser vista por última vez. Ahora el círculo se cierra sobre su excuñada y dos hombres.





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