SAN VICENTE. Seis de los siete policías involucrados en una denuncia por “apremios ilegales” en la comisaría Primera de San Vicente recuperaron la libertad en las últimas horas por orden de la Justicia. El único funcionario que permanece aún tras las rejas es quien al momento del hecho era jefe de la seccional.Así lo informaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, quienes revelaron que pese a las excarcelaciones los siete uniformados continúan imputados por el delito de “torturas con resultado de lesiones graves”. Ante esta situación, varios de los recientemente liberados ya presentaron mediante sus abogados el pedido absolución de la causa.Los seis uniformados liberados regresaron a la calle alrededor de las 19 del último jueves, luego de permanecer tras las rejas unos 63 días. Justamente por eso es que en las últimas horas sus familiares comenzaron a reclamar mayor celeridad a la Justicia.Mientras tanto, el efectivo que permanecía anoche tras las rejas continuaba con una medida adoptada días atrás con el objetivo de llamar la atención de las autoridades, siempre con el mismo pedido: que la polémica jueza Alba Kunzmann de Gauchat, al frente por subrogación del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, agilice y defina su situación.Dos oficiales, dos suboficiales y dos agentes de la Primera de esa localidad fueron quienes recuperaron la libertad. Se encontraban alojados en la Unidad de Resguardo, en la comisaría seccional Segunda.La causa comenzó a instruirse una vez que dos hombres de 30 y 33 años fueron apresados en la madrugada del jueves 16 de octubre, cuando efectivos de Aristóbulo del Valle interceptaron un vehículo sustraído horas antes sobre la ruta provincial 212, en Picada Zulma. Ese rodado había sido robado presuntamente por la dupla, que había concertado un encuentro en ese lugar con el empleado de una concesionaria de automóviles. Éste llegó entonces dispuesto a vender una Renault Sandero, pero se topó con que los supuestos clientes en realidad tenían otras intenciones. Siempre según la versión oficial, los delincuentes arremetieron con una escopeta sobre el empleado para robarle la camioneta, maniatarlo y abandonarlo a un costado del camino. La Policía se enteró del caso y montó un operativo cerrojo. Efectivos de la Unidad Regional XI interceptaron minutos más tarde el vehículo y detuvieron a los sospechosos, quienes fueron trasladados a San Vicente por cuestiones de jurisdicción. Se supo que fueron alojados en la comisaría Primera el sábado 18 de octubre al mediodía y allí quedaron durante 24 horas. Según la denuncia, en ese lapso tuvieron que soportar golpizas reiteradas y martirios. La denuncia penal por estos hechos fue radicada en la Fiscalía de Instrucción 3 de San Vicente, que pidió la detención de los siete policías acusados.





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