SAN VICENTE. La Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios Públicos de esta ciudad lleva diez años recolectando pilas usadas junto con las escuelas primarias de San Vicente. En una década se recuperaron diez mil kilos baterías que iban a contaminar el medio ambiente. Ricardo Pelech, tesorero de la institución y creador de este concurso se mostró satisfecho por la predisposición que muestran los chicos para este trabajo. “Hace diez años que comenzamos con este trabajo de juntar pilas. Convocamos a las escuelas primarias para que los chicos junten las pilas que usaban y las que encontraban tirada en el patio de sus casas”.Pelech contó que “los chicos tomaron como un habito no tirar las pilas de las linternas y radios en el patio de su casa o en el basurero y las llevan a la escuela para traer a la cooperativa. En San Vicente conseguimos dar un paso importante en el cuidado del medio ambiente y los hacemos con los alumnos de las escuelas primarias que son los que mañana van a ser padres de familias y se llevan con ellos esta costumbre de cuidar el medio ambiente”.Este año la escuela ganadora fue la Escuela 654 del barrio Payeska con 151kilos, luego la Escuela 797 del barrio San Ramón y en tercer lugar la Escuela 432 del barrio San Isidro. Luego le siguen la Escuela 056 con 30 kilos, la Escuela 706, Escuela 695 con 23 kilos y por último la Escuela 453.Como hecho novedoso, los dos primeros puestos del Décimo Concurso de Recuperación de Pilas fueron para escuelas de la ciudad. Para el primer puesto el premio es un viaje a las Cataratas del Iguazú para 50 chicos y dos docentes. Las demás escuelas recibieron elementos deportivos para educación física.La directora de la Escuela ganadora, Ramona Peralta dijo a PRIMERA EDICIÓN que “tomamos la determinación de que el grado que juntaba más kilos de pilas iba a hacer el viaje. Como los ganadores son menos que el cupo del viaje, le dimos la oportunidad a los abanderados, mejores alumnos y mejores conductas de la escuela para que viajen juntos. El grado ganador fue quinto A”.Por su parte, Ricardo Pelech contó que “este año se juntó poco más de 400 kilos. Para nosotros eso está bien porque en el acumulado de los diez años superamos las diez toneladas. Y además se van acabando las pilas que estaban tiradas por años en los patios de las chacras. Los primeros años veíamos pilas que se estaban desarmando. Esas estaban contaminando. Una pila contamina 60 mil litros de aguas con metal pesado y es muy difícil de purificarlo”.El coordinador del concurso también se mostró desilusionado con el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables “hace diez años que estamos con este concurso y nunca nos llamó ni se acercó alguien del Ministerio de Ecología ni del Gobierno provincial para ofrecerse a acompañar el proyecto. Personalmente creo que este tipo de actividad debe ser copiado en otros municipios y darle a conocer porque son para cuidar el medio ambiente y cuidar nuestra vida”.También la Cooperativa entrega medallas recordatorias a los abanderados de las escuelas.




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