POSADAS. Un viejo y sabio adagio popular reza que “la ocasión hace al ladrón”. Y en este caso, ocurrido ayer, a las 13.40, así fue. Un delincuente, conocido en la jerga criminal como “robacoches”, aprovechó que la dueña de un Peugeot 308 descendió del mismo dejando las llaves puestas y el motor encendido, para llevárselo y desaparecer sin dejar rastros.Sin embargo, la fortuna, en esta ocasión, quiso jugar a favor de ella. Poco después del ilícito, un amigo, que circulaba por la avenida Cabred, visualizó y conoció el coche de la mujer.Entonces dio aviso a una patrulla motorizada de la Dirección Seguridad Vial y Turismo, que circulaba en las inmediaciones, dando inicio a una espectacular persecución.El coche conducido por el fugitivo dobló a gran velocidad por calle España, siempre con la moto policial siguiéndole de cerca.En calle Formosa, el criminal que iba al volante del 308 decidió ingresar al lavadero de la fundación Reto, donde abandonó el vehículo e intentó escapar a las corridas.Tuvo la mala fortuna que entró en un predio donde había al menos dos pitbull, que feroces y sin vueltas lo atacaron.El prófugo no tuvo alternativa que regresar sobre sus pasos, encontrándose con los policías que habían acudido en apoyo de la patrulla motorizada. Si bien se resistió, terminó reducido y esposado.Una patrulla lo condujo a Sanidad policial para confirmar que no presentaba lesiones antes de ser alojado en la comisaría seccional Tercera, a disposición del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, a cargo del magistrado Carlos Jorge Giménez.Se investiga la potencial implicancia de este sospechoso en otros delitos de similares características, concluyó el reporte.





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