POSADAS. Los dos detenidos e investigados por su supuesta pertenencia a la banda de “robacoches” que falsificaba oficios judiciales para “legalizar” vehículos robados en Buenos Aires, los cuales luego vendían en Posadas, fueron imputados por la Justicia. La calificación provisoria que pesa sobre ellos es la de “falsificación de instrumento público y utilización”, señalaron fuentes oficiales. Cabe recordar que el pasado viernes solamente declaró ante el juez instructor de la causa uno de los acusados (el otro se abstuvo). Se trata de un productor de seguros que al romper el silencio apuntó directamente contra el otro apresado por el hecho, uno de los propietarios de una serigrafía situada sobre la calle Buenos Aires de la capital provincial.El individuo, en la indagatoria ante Carlos Giménez, titular del Juzgado de Instrucción 7, se deslindó de todo tipo de responsabilidad con respecto a los episodios que se investigan.La banda quedó al descubierto entre la noche del último martes y la madrugada del día siguiente, cuando Giménez ordenó una serie de allanamientos en distintos puntos de la ciudad.En la serigrafía de la calle Buenos Aires se detuvo al primer sospechoso y se procedió al secuestro de una camioneta Fiat Strada, mientras que en el barrio Santa Helena se arrestó al productor de seguros y se incautó el Mercedes Benz E-300.Todo indica que la banda tenía un contacto en Buenos Aires que se encargaba de conseguir automóviles robados. Esos vehículos eran trasladados hasta Posadas, donde eran vendidos a precios sospechosamente bajos en relación con los números que se manejan en el mercado. Lograban eso mediante la falsificación de oficios judiciales truchos con los que “legalizaban” la situación del rodado. Esos documentos eran completamente falsos, con firmas y sellos apócrifos. Así habrían logrado vender al menos quince automóviles. Cuatro de ellos ya están en manos de la Justicia. No se descartan más allanamientos y detenciones en las próximas horas.





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