POSADAS. Hugo Alberto Alfonso (36) aguardó hasta el inicio del debate oral y público para romper el silencio. Quien al momento del hecho fuera presidente de la entidad que organizó el fatídico cruce a nado habló ayer en la apertura del juicio por la tragedia del Paraná y, entre otras cosas, apuntó directamente contra la Prefectura Naval Argentina y la Armada paraguaya.“Para mí, PNA o la Armada paraguaya deberían haber sabido del peligro de las barcazas, yo puse confianza en ellos por mi seguridad y la de todos los deportistas que estaban en el agua. En ningún momento me advirtieron, no sabíamos que las barcazas iban a hacer ese efecto trágico que nos enlutó a todos”, lanzó “Tyson” desde el banquillo de los acusados.Junto al prefecturiano Jorge Antonio Lezcano (44), Alfonso comenzó a ser juzgado ayer en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas por la muerte de los ocho nadadores que perdieron la vida en la 80ª edición del tradicional cruce del río, el sábado 16 de enero de 2010. Se los acusa de “homicidio culposo” por los ocho hechos, como PRIMERA EDICIÓN informó.El primero en comparecer ante los magistrados Norma Lampugnani, Mario Hachiro Doi y Lucrecia Rojas de Badaró fue Lezcano, en su momento jefe de Prefectura Posadas. El funcionario público prefirió abstenerse de declarar y se apoyó en los testimonios que virtió en la instrucción (ver página 35).Fue entonces el turno de Alfonso, quien decidió testificar, al contrario de lo que había sucedido en la primera etapa del proceso judicial.El profesor de educación física narró parte de su trayectoria en deportes acuáticos y explicó cómo llegó a la presidencia de la Asociación Mercosur Aguas Abiertas, organizadora del Cruce del Paraná.“En 2008 acepté ser presidente por pedido de Pedro González y Gustavo Breitembruch. Entonces me dijeron que luego me entregarían las actas, pero eso nunca pasó”, argumentó, en relación con que la organización tenía un domicilio inexistente, entre otras irregularidades. Más allá de todo, Alfonso contó que al frente de esa entidad organizó los cruces de 2008 y 2009, sin inconvenientes. “Tyson” explicó luego que para la edición de 2010 preparó todo con varias semanas de antelación, siempre cursando notas a las autoridades fluviales de ambos países, a la Dirección de Migraciones y a otras entidades de Misiones.Sobre el día del hecho, brindó un relato pormenorizado sobre sus acciones. Recordó por ejemplo que los “piragüeros” o acompañantes de los nadadores cruzaron el río en esas embarcaciones desde Posadas al puerto de Pacu Cuá, donde sería la largada. “Llegaron todos y eso quiere decir que el agua estaba en condiciones”, argumentó. Alfonso reconoció que en Paraguay, en la charla técnica que dio a los “piragüeros”, no habló de las moles de hierro fondeadas en el río. “Conocía la existencia de las barcazas, pero en la charla previa no se dio a conocer sobre las mismas. En ningún momento las consideré un obstáculo, ni yo ni nadie”, confesó.Después vino el momento del relato del horror. Dijo que viajaba en una lancha junto a otras cuatro personas cuando vio que una piragua se daba vuelta. Luego otras chocaban contra las barcazas. “Veía que los nadadores pedían ayuda y entonces en ese momento nos quedamos y empezamos a ayudar”, refirió, tras lo cual aseguró que salvó la vida de dos nadadores paraguayos.Lampugnani le pidió entonces que graficara en el pizarrón de la sala de audiencias desde dónde vivió la tragedia. Alfonso contó que con la embarcación en la que viajaba quedó aguas abajo de las barcazas y pudo ver poco de lo que pasaba en la parte de adelante, donde se formó el “embudo” en el que quedaron atrapadas las víctimas. “No tenía noción de lo que estaba pasando”, refirió. En ese momento dijo haber visto tres embarcaciones de Prefectura en la escena.Ese dibujo sirvió también para que “Tyson” explique que siete días antes realizó el recorrido a nado y que en ese momento ya estaban las barcazas, pero que nada sucedió en ese entonces.Después también se refirió a las corrientes que cruzan el río y a que en pruebas de aguas abiertas los nadadores “eligen su estrategia”, dando a entender que no existe una cancha boyada que indique un camino a seguir. Por último, de regreso a aquel sábado negro, Alfonso recordó que estaba nublado y dijo que repentinamente “el tiempo cambió, sopló un poco de viento y se picó un poco el agua”. Después de dos horas de declaración, Alfonso finalizó su exposición y regresó al lado del abogado particular Eduardo Mouesca, su representante. El tribunal decretó entonces un cuarto intermedio hasta la tarde, cuando llegó el turno de los familiares ante la Justicia. “Tyson” reconoció a León Seróy Mauro Bacigalupi como héroesMás allá del grado de responsabilidad que le podrá caber o no, según disponga la Justicia, ayer Alfonso dedicó algunos minutos de su testimonio para ratificar el valiente accionar de Mauro Bacigalupi y el profesor León Seró, quienes aquella mañana de enero entregaron sus vidas para salvar las de otros.El organizador de la prueba trágica reconoció primeramente que Bacigalupi, uno de los pocos guardavidas nacionales que había en Misiones en ese momento, se ofreció primero para colocar las boyas en la costa del Instituto del Seguro, lugar de llegada de la prueba, y luego para colaborar con la seguridad de la competencia. Por eso se subió a una moto de agua en la que salvó varias vidas, hasta que fue “tragado” por el Paraná.“Tyson”, como es popularmente conocido en el ámbito deportivo provincial, también recordó el enorme gesto de Seró, un referente regional del deporte.“Por lo que vi y lo que me contaron, sé que León ya había pasado la línea de las barcazas. Sin embargo, cuando se dio cuenta de lo que pasaba volvió y quiso ayudar en medio de la tragedia”, explicó el imputado. En la sala de audiencias se recordó entonces que Seró iba por el 46º cruce consecutivo del Paraná. Toda una proeza por la que iba a ser homenajeado al llegar a la costa argentina con una plaqueta. Lamentabl
emente nada de eso sucedió.El testimonio de Alfonso ratifica lo que se dijo desde un principio en relación con la valiente actitud de Bacigalupi y Seró en el peor momento. Testigos y sobrevivientes habían asegurado lo mismo: que ambos entregaron su vida para permitirles a otros continuar con la suya. El debate seguirá en “doble turno” hasta el viernesTras el cuarto intermedio dictado durante el mediodía de ayer, la doctora Lampugnani, presidenta del tribunal, informó la metodología que seguirá el órgano judicial durante el debate.Al respecto, la letrada informó que se realizarán jornadas en doble turno hoy, mañana y el jueves, mientras que el viernes el debate se desarrollará solamente por la mañana.Las audiencias regresarán el próximo lunes 17 y continuarán durante dos días hasta el 19, cuando se ocupe solamente el horario de la mañana. Recién entonces se conocerán los probables días de alegatos y sentencia.Alfonso y Lezcano están siendo juzgados por el delito de “homicidio culposo”, cuya figura penal se encuentra establecida en el artículo 84 del Código Penal.Para la instrucción de la causa, ambos tuvieron responsabilidad en la prueba acaecida el sábado 16 de enero de 2010, en la que perdieron la vida Luis Saide (56), Víctor Sessa (36), Fernando Solé Masés (12), Sebastián Ruzecki (19), Nicolás Levequi (14), Eugenio Seró (59), Mauro Bacigalupi (28) y Manuel Leiva (57). “Las imputaciones sobre mi persona son totalmente injustas”El prefecturiano Jorge Lezcano decidió abstenerse ayer en el inicio del juicio por la tragedia del Paraná. “Me voy a abstener y me remito a lo que ya declaré en la indagatoria”, le dijo al tribunal.Fue entonces que se incorporó por secretaría el testimonio de quien en aquel momento era jefe de Prefectura Posadas. Se conoció así lo que había relatado en la instrucción ante el juez Ramón Chávez.“Niego haber cometido ese delito por comisión u omisión. Llevaba apenas 16 días en el destino cubriendo la licencia del jefe. Notifiqué al señor Alfonso sobre todas las exigencias del protocolo de seguridad. Cumplí con todos los protocolos y se hizo una planificación para la prueba en la que se cumplió con lo previsto”, dijo en su momento Lezcano. El prefecturiano contó entonces que revisó las condiciones meteorológicas para el día del hecho y “no estaba prevista ninguna alerta, incluso consulté al aeropuerto local para verificar eso”.Con respecto a la largada de la prueba, el funcionario público se defendió señalando que “no autoricé el inicio de la competencia; la Prefectura Naval Argentina no tiene potestad para impedir o suspender en otra jurisdicción”.A su vez, recordó que se enteró de lo que sucedía cuando desde el guardacostas “Pacú” informaron que había palistas y nadadores que pedían auxilio, y que entonces ordenó un operativo de auxilio. “Mucho se dijo de las siete personas que desaparecieron, pero poco de las treinta que salvó la Prefectura”, lanzó, tras lo cual argumentó que “las piraguas posiblemente se dieron vuelta por la impericia de sus ocupantes”.En el final de la indagatoria, Lezcano citó una entrevista periodística en la que Seró habló sobre los cambios que sufrió el río en los últimos años y cerró clamando su inocencia: “Las imputaciones que se hacen sobre mi persona son totalmente injustas”.





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