POSADAS. Cada día en el mundo mueren 18 mil niños por desnutrición, falta de acceso al agua potable y carencia de instalaciones sanitarias (baños) adecuadas. Esto significa 6.200.000 niños muertos por año.Según aseguró el economista argentino Bernardo Kliksberg, creador de la gerencia social y uno de los iniciadores de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), estas tres causas pueden ser evitadas.Por un lado porque en cuanto a alimentos, en todo el mundo se produce comida suficiente para 12 mil millones de personas. Pero, tal como lo viene señalando el papa Francisco, el 40% de esos alimentos, en los países desarrollados, se tira. “Hay 842 millones de personas con hambre en el planeta. Es decir, que una de cada ocho personas tiene hambre. Y los chiquitos, si tienen hambre los primeros mil días de vida (los primeros tres años), quedan con retardo porque no se desarrollan las conexiones neuronales correctamente”, señaló el referente mundial en temas de pobreza, en un acto realizado ayer en el Centro de Convenciones de Posadas.“El principal problema es el acceso a los alimentos”, remarcó, señalando que en el mundo la mitad de la población (3.000 millones de personas) es pobre.Asimismo cuestionó que los precios de los alimentos básicos como harina y porotos estén “determinados por la especulación en la Bolsa de Chicago, donde se juega con los precios del futuro. Desde 2008 los precios del maíz, frijoles, lo más básico que come la mayoría de los pobres, se puso fuera de su alcance”. El agua, un derecho humanoSobre el acceso al agua, Kliksberg recalcó: “Tiene que ser manejada por la política pública, no puede ser manejada por el mercado. El agua es un bien de primera necesidad, un derecho humano fundamental y cuando lo maneja el mercado, se rige por las leyes de maximización de la ganancias, eso significa que el que no paga no tiene agua”.Sin dudas en Misiones esta es una deuda pendiente, ya que este recurso natural fundamental está en manos de empresas privadas y/o cooperativas.En el interior de la provincia, las cooperativas de los distintos municipios y el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) administran bajo las leyes del mercado estos recursos fundamentales.Desigualdad crecienteKliksberg indicó que “en el mundo está progresando silenciosamente algo a lo que en Argentina se le esta prestando atención: desigualdad. Esta es la palabra central para entender los problemas del planeta”.Esa desigualdad cada vez más grande se encuentra entre los países ricos y pobres y también se evidencia hacia el interior de los países. “Nunca se han conocido desigualdades tan grandes. El papa Francisco habla todos los días de esto y dice que con estos niveles de desigualdad la democracia peligra. No puede ser que los gobiernos estén volcados a proteger los bancos y que el 1% del género humano sea el dueño de la mitad del producto bruto mundial”, señaló el especialista.A la vez distinguió que “al interior de ese 1%, 86 personas, sólo 86 personas, tienen más que 3.500 millones de personas” (entre ellas, Paul Singer, el dueño del fondo buitre en conflicto con Argentina). “Y esto no lo digo yo, lo dijo la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde en una reunión en Londres este año. Ella dijo con asombro que en un solo bus (colectivo) entran todas las personas que hoy definen el destino de millones”, recalcó quien protagoniza “El informe Kliksberg”, programa televisivo donde explica la crisis económica mundial brindando ejemplos y datos de todo el mundo. Este programa producido por Canal Encuentro, fue nominado a los premios Emmy 2014, una de las principales distinciones que entrega la industria de la televisión a nivel mundial.“El 1% quiere quedarse con todo y hace todo lo posible para confundir y entreverar la noción de la realidad de las personas y de esa forma, impedirles actuar”, señaló. “Esto lo tenían muy claro los estudiantes chilenos que exigieron durante tres años la educación pública y (la presidenta Michelle) Bachelet lo puso en agenda. El lema era ‘un pueblo educado jamás será explotado’”, agregó.“Pero hoy el capitalismo salvaje pregona que los pobres son pobres porque decidieron serlo, entonces hay que suprimir cualquier forma de seguridad social y que los pobres se las arreglen como puedan”, dijo.Kliksberg también advirtió sobre los usos que se les da a las tecnologías, que según quién las desarrolle y con qué fines podrán contribuir al bienestar de la humanidad o de lo contrario, podrán seguir ampliando la desigualdad. Como ejemplo indicó que se descubrió la cura de la Hepatitis C, pero que el tratamiento de dos semanas cuesta 100 mil dólares, con lo cual muy pocos podrán acceder a ella.Cuestión de éticaEn diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Kliksberg recalcó que “la ética molesta mucho a los poderosos, tenemos que tratar de empujar la ética al centro de la escena”. Eso significa “enseñar ética desde el jardín, luego en primaria, secundaria, universidad, poner el tema de los conflictos éticos en los medios, y que cada uno aporte en su marco familiar valores, en el fondo es una lucha por los valores”, dijo.Quien afirma que tiene a la Biblia como su libro eje de referencia indicó que “el ser humano no nace predestinado, tiene el camino del bien y el camino del mal, y mucho va a depender de lo que hagamos entre todos, de la educación, los medios de comunicación, el ejemplo de los líderes” y que “en el trayecto de vida la gente puede cambiar de camino y redimirse”.En relación a este afán de acumular dinero, bienes y poder, esta acumulación desmedida cuando hay niños que se están muriendo de hambre, Kliksberg recalcó: “Está comprobado absolutamente que la avaricia no es la felicidad, se necesita el bienestar básico, pero después la riqueza no garantiza absolutamente nada”.





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