BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). La agencia Fitch bajó de C a D la calificación de los bonos Par luego de que el Gobierno no pudiera pagar su vencimiento, tras el fracaso de las negociaciones en el litigio con los fondos buitres. A través de un comunicado oficial, esa calificadora de riesgos aseguró que la economía argentina “está en recesión y probablemente empeore”, mientras alertó que las reservas del Banco Central se encontrarán bajo más “presión” debido a que “hay vencimientos importantes en algunos de estos bonos”. En su último análisis, la calificadora destacó que el default en el país tiene consecuencias negativas porque “afecta la confianza y restringe el flujo de divisas”.En ese sentido, resaltó que la moneda local tiene una nota de “CCC”, lo que representa que el sector económico va a continuar “sufriendo de una fuerte incertidumbre y volatilidad financiera”.De cara a 2015, Fitch pronosticó que el déficit fiscal podría llegar a ser más alto, por lo que su monetización “podría debilitar aún más a la economía de Argentina”.En julio último, había bajado a “default selectivo” la nota argentina, tras el vencimiento del plazo para el cobro de 539 millones de dólares a bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010.Pero los pronósticos poco alentadores también habían llegado por parte de Standard & Poor’s y Moody s, que habían alertado sobre el complejo escenario para Argentina.Además, habían estimado que las reservas de la autoridad monetaria, que ahora es encabezada por Alejandro Vanoli, podrían pasar de tener “luz amarilla” a “luz roja”. Los análisis de las calificadoras y la decisión de bajar la nota habían sido criticadas duramente por el Gobierno, ya que las había acusado de actuar en línea con los holdouts. Argentina había caído en cesación de pagos de sus títulos Discount a fines de julio y en la medianoche del jueves expiró el período de gracia sin que el país haya podido cumplir sus compromisos por los bonos Par, lo que para Fitch constituye un evento de default.Una orden de un juez estadounidense (Thomas Griesa) impide al país realizar pagos de su deuda reestructurada hasta que no compense por 1.330 millones de dólares más intereses a fondos de cobertura que no ingresaron a los canjes de deuda propuestos por Argentina tras el multimillonario default del 2002.




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