GARUHAPÉ. La casa donde se encuentra la Biblioteca Popular en esta localidad misionera, pese a no tener el título que otorga las Naciones Unidas, es para los vecinos un “Patrimonio Histórico”. Es una de las primeras casas de la ciudad y allí se encuentran fusionadas las más fantásticas historias: las aventuras del Martín Fierro, el realismo mágico de Gabriel García Márquez y los melancólicos relatos de Ernesto Sábato, entre otros.Pero surgió un problema, la parte del terreno donde está ubicada la Casa de la Cultura y Biblioteca Popular fue “donado” a la Asociación de Bomberos Voluntarios local por el Concejo Deliberante de la ciudad. Para ello, se derogó una ordenanza a través de la que se les destinaba un predio ubicado frente a la iglesia del pueblo, espacio que ya utilizaban anteriormente.Dicha ordenanza, con fecha del 12 de septiembre del 2014, reflejaba que por su loable labor, que los integrantes de la Comisión de la Biblioteca consideran indiscutible, se les ha de donar esa parte del terreno. Todo esto sucedió sin dar ningún tipo de aviso a los integrantes de la comunidad de la biblioteca. Entonces, pusieron manos a la obra.Se reunió un grupo de jóvenes, integrantes de la comisión acompañados por amigos y quienes apoyan la causa y dijeron no. Entonces, idearon un proyecto de ordenanza ellos mismos con la intención de que concejales tengan en cuenta su opinión acerca del tema. Con el proyecto en una carpeta, se hicieron presentes la noche del 22 de octubre pasado en el predio del Concejo Deliberante. Ese día había una sesión especial y ordinaria pedida por el Concejo y los iban a recibir. Pero cuando llegaron pasadas las 20.30 de la noche, les cerraron las puertas. “Hace cuatro encuentros que intentamos, solicitamos y nos reunimos con ellos. No conseguimos que nos atiendan esa noche luego de haberlo pactado en la reunión anterior”, declararon los integrantes del grupo esa noche, después de la reunión que no fue. Entonces, los jóvenes comenzaron a atacar en el frente que más conocen, porque habrán perdido una batalla, pero no piensan perder la guerra. Hicieron un grupo en Facebook llamado “Todos por la Biblioteca” que suma adeptos todos los días. En él cuentan de lo sucedido y del avasallamiento de las autoridades sobre un espacio que consideran propio.“El lote, según lo comunicaron en una de las reuniones, ya tiene un plano para realizar la divisoria… Y como en el terreno que se está donando hay infraestructura perteneciente a la biblioteca y el cerco perimetral, la comisión pide una compensación por los mismos para continuar con sus tareas e incluso mejorarlas”, le contó a PRIMERA EDICIÓN una de las integrantes de la comisión. Si el municipio va a donar el espacio que les corresponde, tendrán que reconocer su inversión. “Este conflicto, bajo ningún punto de vista es con los Bomberos, a quienes les reconocemos su importante labor con la sociedad. Estamos pidiendo lo que corresponde a la Municipalidad por haber querido dejar de lado en esta cuestión a la Comisión de la Biblioteca”, indicaron.A su vez, los jóvenes que llevan adelante esta iniciativa convocaron a todos los vecinos que los acompañen porque “la Biblioteca es de todos. No sabemos qué medidas van a tomar ni qué va a pasar. Mientras, nos seguiremos reuniendo y esperando que los concejales nos escuchen antes de tomar una decisión final”, cerraron.





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