LA PLATA (NA). La Justicia analiza qué pasos tomar ante la polémica conducta del represor Miguel Etchecolatz durante la lectura de su condena en otro juicio por crímenes de lesa humanidad, mientras que la familia de Jorge Julio López, el testigo clave que está desaparecido desde 2006, pidió revisar morgues judiciales y cementerios.El abogado de la familia de López, Alfredo Gascón Cotti, y el fiscal federal Marcelo Molina, acordaron una reunión para el próximo jueves, en la que evaluarán la “actuación provocativa” que tuvo Etchecolatz la semana pasada, durante la lectura de la sentencia en su contra por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.El jueves pasado, en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal Número 1 de La Plata, Etchecolatz se mostró con un papel en el que escribió “Jorge Julio López”, de un lado, y la palabra “secuestrar”, del otro, luego de haber realizado gestos extraños a los asistentes, entre quienes se encontraban dirigentes de Abuelas de Plaza de Mayo, como Estela de Carlotto, y de otras organizaciones de derechos humanos, como Hijos.“Es un viejo provocador. Lo hace a propósito porque sabe que lo están mirando”, sostuvo el hijo de Julio López, Rubén López, en alusión al represor, mano derecha del exgeneral Ramón Camps, jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura.Dijo, además, que su conducta le causó “bronca e indignación” y se quejó de que “este tipo de personajes nefastos le tome el pelo a la Justicia” y a la familia del testigo desaparecido.En diálogo con radio Cielo, Rubén López afirmó que Etchecolatz “es un cobarde, que no tiene la voluntad ni la valentía de dar la cara” y al respecto señaló: “Si tuviera lo que hay que tener, como cualquier hombre, vendría o me llamaría para decir: Rubén, tengo que decir esto”.El expolicía ya había recibido la pena máxima en 2006, y fue el primer condenado en los denominados Juicios por la Verdad, realizados con la apertura de las causas judiciales, tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.Durante ese proceso, Julio López brindó un testimonio clave para la investigación, tras lo cual, el 18 de septiembre de 2006, desapareció cuando se dirigía a la lectura de sentencia sin que hasta el día de hoy se tenga información alguna sobre su paradero.En ese contexto y tras la última audiencia en contra de Etchecolatz, la familia de López pidió a la Justicia que investigue qué mensaje quiso dar con ese papel, que tras la audiencia el represor se llevó a la cárcel, y por eso mantendrán una reunión con el fiscal Molina el jueves.A su vez, el abogado Gascón Cotti reveló que solicitaron ante el Juzgado Federal Número 1 realizar un “cepillo”, que en la jerga judicial supone una revisión a fondo con cotejo de huellas entre cadáveres NN.




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