WANDA. El barrio San Francisco de esta localidad tiene 39 años de rica historia: de ahí salieron la canción oficial del Municipio, los mejores equipos de fútbol, la leyenda del arroyo, etcétera; un pasado pleno de producciones culturales y deportivas en total contraste con la pobreza, la marginación y el abandono en el que hoy viven las más de ochentas familias del lugar.La primera dificultad que se presenta es llegar al barrio; una calle angosta y muy deteriorada es el único acceso del que se dispone, prácticamente intransitable, por el que no entran las ambulancias ni los patrulleros.“El camino de entrada al barrio es un desastre. Además de estar muy deteriorada la única calle, ni siquiera tiene zanjas o alcantarillas en los lugares necesarios, por lo que cuando llueve corre el agua por la calle inundando patios y generando lagunas que son grandes criaderos de mosquitos”, afirmó a PRIMERA EDICIÓN Sebastián Alderete, presidente de la comisión del barrio.“Es inexplicable que no quieran mandar las máquinas, nosotros pedimos que vengan por dos motivos: la calle de acceso y un día de trabajo para emparejar la canchita de fútbol”, agregó.Miriam Soledad Eleida, la vicepresidenta de la comisión barrial, coincidió en que “necesitamos que vengan a arreglar la calle y el alumbrado público, siempre prometen pero nunca vienen, también necesitamos que vengan a arreglar muchas de las casas, que están con techo de nylon, totalmente desprotegidas. Acción Social viene, saca fotos y después no vuelve, así venimos desde hace años”.Deporte y educaciónA la escuela del barrio asisten más de 90 chicos. Construida por los padres en madera hace muchos años, se encuentra bastante deteriorada, la madera se está pudriendo y hay días que han debido suspender las clases porque encontraron víboras entre las paredes o porque, como consecuencia de la lluvia, se inundó el predio. “Hace tres años el ministro (de Educación, Luis) Jacobo prometió una escuela, pero no la construyen porque todavía no están los títulos de propiedad. Hace ocho años que venimos tramitando eso, en la página del Municipio figura como que ya están los títulos, pero en lo concreto no han llegado y seguimos esperando”, indicó Alderete. De esta escuelita salió la canción oficial de Wanda y la producción cultural incluye también la creación de la leyenda del arroyo, que los niños bautizaron “las lágrimas de Wanda”.En cuanto a lo deportivo, el barrio tiene conformadas cuatro categorías de fútbol que incluyen a un total de 64 chicos y jóvenes compitiendo, más los que se acercan a entrenar y los adultos de categoría libre. “Acá el fútbol cumple una función muy importante, muchos chicos dejaron las drogas o el alcohol, dejaron cosas perjudiciales motivados por el fútbol, para ellos es un aliciente y alejarlos de la joda con el deporte es un logro muy importante para el barrio”, explicó Alderete, que además es técnico de esos equipos. “Los chicos se han motivado, todos los años salimos campeones o subcampeones y eso acerca a más chicos”, agregó. La casa de Alderete es fiel testigo de ello: la sala está llena de trofeos.Seis chapas de cartónMario es tarefero y durante la interzafra se rebusca como puede. Vive junto a su esposa y sus hijos en una muy precaria casita de madera armada con rezagos y con techo de nylon. “Acá estamos muy descuidados, nuestra situación está muy jodida, está parada la cosecha de yerba y no hay laburo, pasamos hambre, con la última tormenta casi se nos cae la casa y como tenemos techo de nylon, tuvimos que sentarnos todos en un rincón para protegernos de la lluvia. Hace años que pedimos unas chapas, pero nos prometen y no cumplen. Con seis chapas de cartón ya puedo proteger mi casa, pero ni eso nos dan”, lamentó.Mabel Batista vive desde hace más de doce años en el barrio como consecuencia del agua que fluye libremente por falta de alcantarillado. Junto a su vivienda hay un pozo y su vivienda corre peligro de derrumbe: “Estoy agotada de pedir que tiren unas cargas de tierra, este pozo que se ha formado es muy peligroso, Joaquín (su hijo de cinco años) tiene el piecito discapacitado y varias veces se ha caído; además, las bases de la casa están quedando al aire, corre peligro de derrumbe”.Pedido por escritoCansados de promesas individuales sin concreción, las familias decidieron elaborar un petitorio que entregarán al Municipio. El documento prioriza la regularización de la tenencia de la tierra; el arreglo y mantenimiento de la calle; atención permanente en el Caps; alumbrado público; reparación y provisión urgente de chapas para las familias que tienen nylon en sus casas; arreglo de la cancha de fútbol barrial; y asistencia efectiva y regular para las familias más necesitadas.





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