SAN VICENTE. El primer calor fuerte de esta temporada llegó a esta ciudad y dejó su marca de cómo se presentará el verano. Mucho calor, falta de energía eléctrica y agua potable. La primera consecuencia fue la falta de agua potable durante toda la semana. Y a raíz de esto, la Escuela 380, ayer suspendió las clases. PRIMERA EDICIÓN pudo confirmar que desde el jueves no tenían agua en el tanque elevado y aguantaron hasta que se agotó el tanque de reserva de ochocientos litros de agua. Por eso, ayer el director de establecimiento, Mario Krivenko, llegó a la escuela, y como seguían sin agua y los baños estaban sucios, decidió suspender las clases e inmediatamente comunicó la decisión a sus superiores. “Cuando llegué hoy (por ayer) a la escuela tenía la esperanza que, por la noche, haya cargado agua en el tanque elevado, ya que habíamos esperado con el portero hasta tarde, para poder limpiar, pero no tuvimos suerte”, se lamentó el director, quien agregó que “la escuela estaba infestada de olor y seguíamos sin agua. Entonces le comuniqué al supervisor, Diego Sartori, que suspendía las clases para cuidar la salud de los docentes y alumnos”.El director del establecimiento se mostró muy preocupado por la situación que tienen que pasar los alumnos y el plantel docente. “Acá vienen trescientos treinta chicos mas de la mitad en doble jornada. Se quedan desde las siete y media hasta las dos de la tarde, no puedo tenerlos casi siete horas sin ir al baño, además tengo que hacer preparar la comida. Cómo hago si no tengo agua. Si desde la cooperativa de agua nos avisaban ayer que hoy no iba a haber agua yo podía pedir a los bomberos y tomar precaución en el tema. Si hoy voy a hacer todo eso llega cerca del mediodía. Tengo esperanza que el fin de semana se va a normalizar el agua y el lunes vamos a tener clase normalmente”, indicó.El año pasado la Escuela 380 debió suspender por tres días las clases por falta de agua. Primero intentaron superar el problema con una carga de agua que compraron a los bomberos voluntarios, pero el problema subsistió en el tiempo y debieron tomar la determinación de no dictar clases. Otra consecuencia que trajo esta pequeña ola de calor fue el fuerte consumo de energía que hay en la capital de la madera. Y esto también afectó a la escuela, pues los cortes de energía constantes quemaron dos aires acondicionados.




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