POSADAS. El siniestro vial que se cobró la vida de un joven changarín en la tarde del último lunes, en plena avenida Cocomarola de Posadas, desató una investigación en torno al origen de la camioneta que despistó, volcó y colisionó contra un comercio del barrio San Lorenzo.Mientras Cristian (de entre 31 y 39 años) continúa internado en el sector de terapia intensiva del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, los investigadores tratan de develar cómo la Peugeot 3008 llegó a manos de Enrique Álvez De Oliveira (20), víctima fatal del episodio y quien manejaba el rodado.Pese a las versiones que circulaban en las últimas horas, hasta anoche resultaba difícil confirmar alguna de las tantas hipótesis que se manejan en el despacho del magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, según revelaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN.Lo único cierto hasta el momento es que efectivos de la comisaría seccional Decimoprimera y de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X trabajan a destajo para reconstruir la “cadena” que dejó el lujoso vehículo en manos de la víctima fatal.Al respecto, los detectives no se explican cómo el joven tenía en su poder una camioneta de alta gama, modelo 2010, que tiene un valor de mercado cercano a los 200 mil pesos, nada más y nada menos.Y también resulta extraño que, en esas condiciones, el vehículo no tenga pedido de secuestro y hasta anoche nadie se haya acercado a reclamarlo en sede policial o judicial, como pudo confirmar este medio. “Se manejan varias hipótesis pero hay poco en concreto”, reveló un portavoz que prefirió mantener su identidad en secreto. Una de las cuestiones confirmadas en las últimas horas por la Policía es que el rodado se encontraba radicado en la localidad de Maipú, un pueblo de poco más de ocho mil habitantes emplazado en el centro-este de la provincia de Buenos Aires.¿Cómo llegó a Posadas y qué hacía en manos de Álvez De Oliveira? Ésa es la pregunta que deben resolver los investigadores. Por eso el juez Balor pidió pericias al chasis y motor del vehículo, análisis que demorarán más que de costumbre habida cuenta de los daños que sufrió la Peugeot.Piden testigosOtro de los puntos que forman parte del interés investigativo tiene que ver con el contexto en el que sucedió el episodio. Como PRIMERA EDICIÓN informó ayer, hasta último momento no existían oficialemente testimonios que indiquen que efectivamente todo sucedió en medio de una “picada” o prueba de velocidad ilegal. Sin embargo, ante el intenso rumor, las autoridades solicitaron que quienes sostienen esa teoría o hayan visto algo se acerquen a sede policial o judicial para colaborar con la investigación.En las últimas horas también se aguardaba por los resultados de las pruebas de humor vítreo realizadas a la víctima fatal, a los fines de establecer si se encontraba o no alcoholizada.





Discussion about this post