BUENOS AIRES (NA). La eventual creación de una cerealera estatal que compita en el comercio de granos con las compañías trasnacionales generó un fuerte debate, con el apoyo de la Federación Agraria Argentina y diferencias entre los economistas sobre la capacidad del Estado para ejecutarlo. El presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, apoyó la iniciativa que analiza la presidenta Cristina Kirchner y pidió por un “ente moderno” estatal que “opere y organice” el comercio de granos en la Argentina. “Algún ente de este tipo, nosotros creemos que hace falta. Pero (cualquier iniciativa) debería abrirse para que se pueda discutir”, opinó en declaraciones radiales el dirigente agropecuario al pedir que el proyecto vaya al Congreso.Y se quejó porque “andan dando vueltas con eso” que es “espinoso” desde hace tiempo y “debió haberse abordado tempranamente con esquemas mixtos, donde se le ponga controles a los capitales multinacionales”. “Ahora descubren que el comercio de granos es gravitante en la economía argentina y las exportadoras de granos vendían en dólares a los precios internacionales y se quedaban con diferencias millonarias”, dijo el ruralista. La Federación Agraria había planteado el tema a los ahora exministros de Agricultura Julián Domínguez y Norberto Yahuar y el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) le había entregado en manos a la jefa de Estado una iniciativa durante un acto en el Luna Park en septiembre de 2010. Guillermo Martini, director general de Renatea (en el ámbito del Ministerio de Trabajo), le acercó su idea a la jefa de Estado como coordinador nacional de la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo). Existen otras propuestas: una del gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, y otra de Domínguez que, según señaló Buzzi, “promueve una agencia para que tenga más injerencia el movimiento cooperativo”. “Nosotros ya presentamos un proyecto en su momento. El diputado (socialista por Santa Fe, Omar) Barcheta también. Urribarri también presentó un proyecto completo”, dijo el ruralista, quien se entusiasma con la idea de un ente estatal. Según fuentes oficiales, el proyecto que analiza el Gobierno -tras el impulso de Máximo Kirchner- es una sumatoria de diversas iniciativas que llegaron a la Casa Rosada en los últimos seis años, pero con raíz en una propuesta de la agrupación La Gran Makro. Economistas opinan distintoAlejandro Robba, economista fundador de La Gran Makro y director de la carrera de Economía de la Universidad Nacional de Moreno, dijo a esta agencia que él viene trabajando en un proyecto hace varios meses, aunque no pudo confirmar que el que está en análisis sea el suyo. Robba propone una empresa estatal moderna que compita con las exportadoras sin la necesidad de manejar más allá del 25% de la cosecha en el mediano y largo plazo, pero que actúe con precios testigos y comercialice directamente los porotos de soja, por ejemplo, con el Gobierno chino. Esa empresa, según la idea de Robba, podría mejorarle el precio a los productores (lo que en los hechos significaría una baja en las retenciones) e impulsaría así a las cerealeras privadas a pagarles mejor a los productores, absorbiendo costos. Dijo el economista que las cerealeras le venden a sus filiales en China y esas filiales les venden al Gobierno chino, con lo que se produce un sobre costo de entre 15 y 20%, que podría ser beneficioso para la compañía estatal. “Es una posibilidad que se pueda hacer, no digo que (el Gobierno) lo vaya a hacer. Que el Estado tenga una parte de la comercialización, como los chilenos tienen todo el cobre. No me parece una salvajada”, consideró. El economista crítico Enrique Szewach, dijo que el Estado argentino es “incapaz” de operar el comercio de granos porque no tiene la infraestructura para acopiar, transportar y procesar el producto. Agregó que “la verdad es que las empresas que se encargan de esto, Dreyfus, Cargill, Nidera, Molinos y las que fueren, han hecho una fenomenal inversión, debe haber sido la inversión más importante de Argentina de los 90 para acá”. Agregó que las cerealeras invirtieron en puertos y fábricas que incluso hoy están con capacidad ociosa porque preveían 150 toneladas y con “el desastre que hizo el Gobierno con los precios”, en vez de producir eso, producen 100 toneladas. “Entonces, todo eso es una enorme infraestructura que obviamente el Gobierno no la tiene. Cuando existía la Junta Nacional de Granos, había puertos y acopios, todas cosas que hoy ya no están”, opinó.





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