OBERÁ. Poco más de 21 años pasaron desde que el Hogar Santa Teresa del Niño Jesús (Santa Teresita) de esta localidad abriera sus puertas para cobijar a personas en situación de abandono. Por impulso del sacerdote Guillermo Hayes fundador y director de la institución, el 15 de mayo de 1993 se iniciaba el primer desembarco en toda la Argentina de la Fundación Cheshire, con sede en Inglaterra. Años después, en diciembre de 1999, en la localidad de Guaraní nacía el Hogar de Personas Abandonadas y Ancianos Virgen de Luján y el 11 de junio de 2011, en Oberá, el hogar de discapacitados intelectuales “Espíritu Santo”. En total, albergan unas setenta personas con discapacidades crónicas. Hoy, la comunidad de esos tres hogares vive un momento muy especial: el padre Hayes está internado en Buenos Aires luchando contra un cáncer de esófago. En una carta abierta enviada recientemente, el religioso agradeció el apoyo de la comunidad y resaltó la importancia de seguir trabajando para cobijar a las personas con discapacidad.Asimismo, y a pesar de todas sus dolencias, destacó que se encuentran iniciando un nuevo proyecto: una casa de tránsito para brindar contención básica a los familiares de pacientes internados en el hospital Samic de Oberá. Este albergue funcionará en la otrora casa del director del establecimiento, espacio que fue cedido por quien encabeza la gestión actual al frente del Samic obereño, el director Héctor González, por solicitud de Hayes.“Este es el nuevo proyecto que tenemos para estos meses, es por ello que pedimos ayuda a todos para concretarlo”, escribió Hayes, quien es capellán del nosocomio y conoce de cerca la situación de las personas que pernoctan en él, durmiendo en los pisos de pasillos, veredas y patios. “Necesitamos de la ayuda del Gobierno de Misiones y de todos ustedes, señoras y señores legisladores”, agregó el religioso en su emotivo escrito. Setenta residentesEn los tres hogares auspiciados por la Fundación Cheshire residen setenta personas con discapacidades crónicas y muchas de ellas se encuentran postradas. Son acompañadas por 38 asistentes -muchos de ellos voluntarios- y también por siete profesionales que brindan sus servicios tanto en los cuidados médicos como en mantenimiento y administración.Son centros de oración y cuidado, refugio para la gente abandonada con dificultades físicas y de aprendizaje. Actúan como hogares definitivos o de tránsito para gente que no tiene otro lugar donde recuperarse de sus enfermedades. Para muchos niños, jóvenes y adultos son el hogar definitivo en sus vidas, en un ambiente de cuidado, amor y confort. Económicamente no es sencillo mantenerlos, ya que a las personas discapacitadas que allí viven no se les cobra nada por la atención que reciben, ya que carecen de dinero. Debido a sus discapacidades crónicas, son dependientes totales y necesitan asistentes para su higiene, alimentos, contención, confort, medicación y cuidados.Los nuevos Los hogares de la fundación reciben permanentemente a personas que requieren de cuidados integrales. Los integrantes más nuevos del Espíritu Santo son los hermanos Villagra, de 15 y 17 años, quienes hasta principios de 2014 residían en el hogar El Refugio de Posadas y fueron acogidos por el hogar obereño por solicitud del Estado provincial.Ambos jóvenes están diagnosticados con Síndrome de Bloom y pertenecen a una familia de siete hermanos. Se cree que los padres, oriundos de Paraguay, viven en su país actualmente. Otra de las nuevas residentes, pero del hogar Santa Teresa del Niño Jesús, es la pequeña Lucila Milagros, quien llegó a la institución en mayo de este año. La beba nació con hidroanencefalia y su madre de 19 años se vio imposibilitada de criarla. “Gracias a Dios llegamos a tiempo para colocarle la válvula que le permita tener una buena calidad de vida, es una niña hermosa y con cuidados puede tener una vida prácticamente normal”, señalaron desde el Consejo Pastoral. Más allá de su patología se encuentra bien de salud, atendida por una profesional en estimulación temprana y con chequeos periódicos en el Hospital Pediátrico de Posadas.El mismo hogar en agosto pasado abrió sus puertas a Kevin Luis, un pequeño no vidente de un año y medio, quien llegó a partir del accionar de la Policía de la Mujer con intervención de la Defensoría Civil. Kevin fue encontrado en una casita humilde abandonado junto a su hermanita, quien ya está siendo atendida en un hogar. El pequeño no camina ni habla y probablemente tenga otros problemas neurológicos. Llegó al hogar en un estado de abandono total y bajo peso.“Kevin Luis es un chico precioso. Se está haciendo estudios médicos para ver como está. También se está haciendo estimulaciones tempranas”, resaltó en ese momento el padre fundador del hogar.Reflexiones del padre fundador“Estimados amigos y amigas, Dios los colme con muchas bendiciones”, empieza diciendo la carta de Guillermo Hayes. “Saludos desde el hospital en Buenos Aires donde estoy llevando a cabo un tratamiento de radioterapia y quimioterapia en mi lucha contra el cáncer de esófago. La situación no es fácil pero con la ayuda de Dios y amigos lo estoy llevando lentamente”, agrega.“Esta enfermedad está enseñándome a valorar la importancia de pequeñas cosas, gestos y actitudes de delicadeza -continúa-. Agradezco especialmente a mi padre obispo Damián Santiago Bitar por su entendimiento y acompañamiento, a mi padre superior Juan Rajimón SVD y a todos mis cohermanos de la Congregación por preocuparse en todo momento y ayudarme con los médicos y con la continuación de mi misión y trabajo pastoral”.Hayes también agradece a sus “cohermanos de la comunidad Verbita de Guadalupe en Capital Federal, que me han acogido y me facilitan mucho mi estadía para poder cumplir con todos los procedimientos médicos que me están practicando”.En el texto también cuenta que “solicité a los asistentes de nuestros hogares como así también a la comisión de administración de la Fundación Santísima Trinidad (que maneja estos tres hogares) que nuestro trabajo de ayudar a los pobres de los más pobres tiene que seguir cumpliendo su trabajo humanitario”. Y recordó que “nuestro Carisma es ayudar a las personas con discapacidad abandonadas”, señalando que &ldquo
;la peor enfermedad en el mundo no es la lepra, la tuberculosis o el cáncer, sino el sentimiento de no ser querido, amado, aceptado y el ser abandonado por todos”. Sumar ayudaSe puede colaborar de diferentes formas para ayudar a la Fundación Cheshire a afrontar los gastos diarios que implica cuidar integralmente a cada uno de los niños, jóvenes y adultos que residen en los tres hogares.Para contactarse con los coordinadores, los interesados pueden concurrir personalmente al hogar ubicado en Calle Sagrado Corazón de Jesús 4213, en el barrio Villa Svea de Oberá.Los teléfonos son el (03755) 408302 y el 408321, y también se los puede encontrar en Facebook: “Hogar Santa Teresa Oberá”.Para realizar donaciones, hay una cuenta bancaria en pesos en el Banco Macro sucursal Nº002, en la avenida Sarmiento 878 de Oberá. Está a nombre de la Fundación Cheshire Argentina de la Santísima Trinidad. Cuentas corrientes Especiales Personas Jurídicas en Pesos. El número de cuenta es el 4-002-0940056063-7; CBU 2850002-7 4009400560637-8.Para transferencias internacionales: Banco Macro Sucursal Nº 002. Oberá, Misiones, avenida Sarmiento 878. Swift Number. Código SWIFT Nº3544032487001, BOSUARBA, Banco Macro SA, Buenos Aires/Argentina.Más información al respecto se puede obtener en Internet en www.hogarsantateresa.org.





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