MONTECARLO. Misterio. Esa es la palabra que se cierne en torno a la causa que investiga el asesinato del empresario de origen suizo Héctor Helmut Knott (47), asesinado de un balazo en la espalda en Montecarlo hace exactamente un mes en medio de un violento robo.Como PRIMERA EDICIÓN informó en su momento, una buena parte del éxito de la investigación dependía del hallazgo de la camioneta Chevrolet S-10 gris en la que los tres delincuentes encapuchados que asaltaron a la víctima y parte de su familia escaparon. Ese rodado es propiedad de una de las víctimas y, lamentablemente, jamás apareció.Efectivos de la comisaría de Montecarlo, de la Unidad Regional III de Eldorado, de la División Homicidios y de Investigaciones rastrillaron distintas áreas de la provincia en busca del rodado, pero los esfuerzos hasta el momento fueron infértiles. Con el transcurrir del tiempo se conocieron las distintas hipótesis con respecto a la huida de los malvivientes. Primero se habló de que escaparon hacia el sur por la ruta nacional 12. Hasta se hicieron allanamientos en Garuhapé, pero sin resultados positivos.Después, otros testimonios indicaron que la camioneta pudo haber escapado en dirección a la colonia y, desde allí, hacia la ruta nacional 14. Los investigadores también chequearon esa versión, pero entonces nada surgió.El misterio es absoluto. Entre esas dos primeras hipótesis y una tercera, que indica que pudieron haber cruzado el río Paraná hacia el Paraguay a bordo de una balsa, no hay muchas diferencias, sólo una certeza: la camioneta sigue sin aparecer y la causa, entonces, no puede avanzar.La esperanza de los investigadores estaba en que en ese rodado pudiera encontrarse algún rastro de los delincuentes que le segaron la vida a Knott y generaron conmoción en Montecarlo. Pero hasta anoche nada se conocía, más allá de que un grupo continuaba con el trabajo, centrado en la esperanza de que quizás “un golpe de suerte” permitiera develar el caso.El terror se apoderó de Montecarlo y la zona el sábado 9 de agosto cerca de las 17.30, cuando tres delincuentes -dos encapuchados y uno a cara descubierta- interceptaron al primo de Knott y su familia cuando salían del predio donde vivían junto a la víctima, sobre la calle Urquiza, a unos 300 metros del Campo de Deportes Municipal.Los delincuentes obligaron al hombre a regresar a la vivienda y allí fue cuando se cruzaron con Knott, al que buscaban. Tras encerrar a sus familiares en el baño de una de las tres viviendas del predio, comenzaron a exigirle unos 300 mil pesos de la venta de un camión que había traído en uno de sus tantos viajes a Suiza, donde trabajó 24 años y hasta donde debía viajar nuevamente para tramitar su jubilación.Como la víctima sólo les entregó 30 mil pesos, los ladrones decidieron tomarlo como rehén. No se sabe entonces qué sucedió, aunque todo apunta a que Knott intentó escapar y fue en ese momento que recibió un balazo mortal en la espalda. Los ladrones escaparon en la S-10 del primo de Knott, que fue visualizada en filmaciones de cámaras de seguridad de comercios de la avenida del Libertador. Esas imágenes y el testimonio de un automovilista que vio el rodado pasando un semáforo en rojo son los últimos datos certeros con los que se cuenta. Desde allí, sólo teorías.





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