Mientras se prepara para lograr la aprobación legislativa a su iniciativa de cambiar la sede de pago a los bonistas que ingresaron al canje de deuda, evitando así sumar una nueva situación de “default selectivo” cuando a principios del mes entrante venza el pago del bono Par; el gobierno de Cristina Kirchner tomó otra vez la iniciativa en su disputa con los fondos buitres.Los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía, Héctor Timerman y Axel Kicillof, anunciaron este viernes que en sintonía con el G-77, Argentina presentará el 9 de septiembre próximo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas una propuesta para crear una convención internacional sobre las reestructuraciones de deudas soberanas que evite “que un juez pueda frenar las reestructuraciones en curso o futuras”.Kicillof señaló que la situación argentina constituye un “leading case” que puede ser el origen de un cambio en el escenario internacional en el que -según especificó el canciller Timerman- hay 75 billones de dólares en deuda internacional, abultada cifra que explica el interés de los países miembros del G-77 en la propuesta regulatoria. Menos claro es que el Gobierno argentino pueda conseguir con esta iniciativa su objetivo de máxima, lograr que en un nuevo marco jurídico consensuado se tomen medidas contra el juez Thomas Griesa, cuyo fallo a favor de los buitres sustenta el ataque especulativo que sufre hoy Argentina. En tanto, la caída en recesión técnica de la economía de Brasil, que registró su tercer ejercicio consecutivo con crecimiento negativo, agregó esta semana un nuevo frente de preocupación por la desaceleración económica, dada la importancia del mercado brasileño para las exportaciones de la Argentina. El contexto de dificultades se completa con señales preocupantes como la creciente inestabilidad del dólar, que en la última semana reactivó las subas del Blue, y mantiene la presión sobre la cotización oficial, sumando expectativas negativas sobre la evolución de la economía en los inicios del cuarto cuatrimestre. El presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábregas, habría decidido, ante las restricciones en el ingreso de divisas y la insuficiencia de las reservas; ejecutar el SWAPS que firmó la Presidenta con su par chino en julio pasado; y conseguiría por esa vía, (cambiando a dólares los yuanes que le den los chinos a cambio de pesos) en los próximos meses una inyección de 1.400 millones de dólares que ayudaría a atravesar la difícil coyuntura que se viene. Kicillof, por su parte, al hablar en el cierre de un reciente coloquio con lo más granado de la élite empresarial como público, admitió las dificultades que plantea la contracción económica a nivel de los mercados internacionales a los que exporta Argentina, pero estimó que el problema “no es de competitividad, sino de demanda”. A su juicio, la manera de salir de esta encrucijada pasa por el mercado interno; y no por mejorar los costos de las empresas de bienes transables. Los dichos del ministro complementan las más específicas advertencias de Jorge Capitanich, asegurando que el Gobierno nacional no devaluará aunque “lo quieren llevar a una devaluación”. Si es cierto que como se dice, el mercado por efectos de la alta inflación y las insuficiencias de la inversión ya licuó la ganancia en competitividad de la última devaluación; el panorama es preocupante. Sobre todo si se recuerda que las enfáticas negativas a devaluar de funcionarios de gobierno precedieron a principios de año, a la devaluación que, finalmente, impuso el mercado. En este marco, el paro de los gremios opositores al Gobierno alcanzó, según Hugo Moyano, un 80% de adhesión; mientras que para la Casa Rosada, en cambio, un 75% de la actividad habría funcionado el jueves con normalidad. Una mirada más pausada indica que si bien el moyanismo y sus aliados no alcanzaron a pleno el objetivo, canalizaron una buena parte del malhumor social que -quiéralo o no el Gobierno- generan, fundamentalmente, fenómenos como la creciente inseguridad y la fuerte tendencia inflacionaria que golpea con especial furor a los más desprotegidos.Closs dobló la apuestaEn la provincia los devaneos marketineros del gobernador Closs continúan en el tapete, ya que está lejos de haberse silenciado el escándalo que generó la revelación de un pago directo de más de 800 mil pesos al ignoto operador porteño Héctor Osvaldo Rossi para que multiplique los “Me Gusta” en la página de Facebook del Ministerio de Turismo. Luego de que a principios de semana Closs saliera a “matar al mensajero”, adjudicando a una conspiración de los medios el escándalo que tuvo repercusión nacional y hasta internacional; en la sesión del jueves de la Cámara de Diputados el legislador opositor Héctor Bárbaro reveló que existía un segundo pago, al mismo operador; por una suma similar al primero; con lo cual la apuesta turística de Closs sumó 1.600.000 pesos sólo en “Me Gusta” de Facebook y en el motor de Google y Youtube en el mes de julio.Bárbaro sacó a resolución otros decretos y desembolsos en el mismo rubro, dejando al desnudo que la generosidad del gobernador en cuanto a incentivar el turismo no tiene límites. Por más de dos horas, los legisladores provinciales debatieron el tema, sumando conjeturas y cuestionamientos, pero sin que se llegue a determinar con claridad el motivo que llevó a Closs a contratar al citado operador sin licitación y con una difusa especificación de los contenidos de la operación. Los funcionarios del gobierno hicieron fila para criticar a los medios -especialmente PRIMERA EDICIÓN-, por haber difundido la contratación, y abundaron en disquisiciones supuestamente filosóficas sobre Internet y las redes sociales y su efecto en el mundo de la publicidad y el turismo; pero nadie explicó, hasta el presente, quién es el operador contratado y porqué sus servicios merecieron que se pase por encima de la obligación de licitar debidamente la contratación del oneroso servicio. El debate, probablemente, continuará en los sucesivo por la senda de confusiones en que transita actualmente; dado que evidentemente, el Gobierno carece de argumentos para justificar la compra directa; tanto como para dar transparencia y coherencia a la política de incentivos al turismo; un rubro en el que ejerce distorsiones el interés privado del gobernador en la materia. El apoyo del oficialismo al pedido de informes, a su turno, mostró que la tensión entre los popes del Frente Renovador está lejos de h
aberse disipado. En el rovirismo, efectivamente, cayó mal que Closs se quejara, el martes en su conferencia de prensa, de que lo critiquen a él y no a Rovira; malestar que llevó a que el titular de la Legislatura, en su habitual charla de los jueves; deslizara que él cuando fue gobernador, se bancó críticas mucho más virulentas sin salir a hablar mal de los medios.La foto de la visita de Daniel Scioli, por su parte, había dejado la impresión la semana pasada de que el rovirismo tomaba a su cargo la jugada política de apoyar al bonaerense en sus aspiraciones a la presidencia en 2015; dejando al Gobernador en un segundo plano. El ucerreísmo, finalmente, definió la interna del domingo pasado a su estilo, con un final de denuncias cruzadas y un ajustado triunfo a lo pirro del sector que lidera Hernán Damiani y que postula al diputado eldoradense Gustavo González para la Gobernación. La decisión de la Junta Electoral partidaria, anunciada el viernes, incluyó la anulación de siete mesas, entre las que se cuentan 4 de las 6 mesas de Eldorado, lo que implica un paradójico golpe al diputado eldoradense que se anotó ganador. Si bien hubo proclamación oficial, todo indica que el radicalismo misionero volverá a tropezar con la piedra que en los últimos años trabó la mayoría de las internas partidarias; la judicialización. Algunas manifiestas irregularidades en los comicios abonan esta interpretación. Una de ellas -nada menor- es la disparidad entre los padrones que se repartieron a las listas y los que tenían en sus manos los fiscales de mesa; que llevó a que en algunos casos se anotaran votantes a pie de página y otros se quedaran sin votar. Otras irregularidades fueron el cierre inmotivado, a las 9, del lugar de votación en Santa Ana y el parentesco estrecho de la presidenta de la Junta Electoral con dos candidatos de la lista ganadora. El triunfo del navarrismo en Posadas, Oberá y Puerto Rico, y del sector de González en el norte provincial, ratificó un mapa dividido y en construcción del radicalismo provincial.




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