BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). El default de Argentina amenaza con agravar las tensiones comerciales en América del Sur, otra preocupación económica para Brasil en un año de tensas elecciones y un dolor de cabeza para Uruguay, porque la recesión se profundizaría en su vecino del sur.Los exportadores brasileños, desde fabricantes de calzado a los de automóviles, están anticipando menores ventas, indicó ayer la agencia Reuters.En tanto, los hoteleros y otros empresarios turísticos en el popular balneario de Punta del Este se están preparando para una temporada de verano más floja, luego de que Argentina no consiguió un acuerdo con acreedores holdout que le permitiera desbloquear un pago de deuda.El incumplimiento probablemente perjudique el poder adquisitivo de los argentinos con una inflación que ya supera el 30% y que se aceleraría. El sufrimiento será agudo para la industria automotriz brasileña. La mayor economía de América Latina envía el 90% de sus exportaciones de vehículos a Argentina. “Incluso antes del default había una caída visible de las exportaciones a Argentina”, dijo Jose Augusto de Castro, presidente de la Asociación de Exportadores Brasileños. “Con el default vamos a tener una baja sustancial ¿Quién va a asumir el riesgo de exportar a Argentina?”.Argentina cayó en cesación de pagos el jueves tras perder una larga batalla legal con fondos de cobertura que rechazaron canjes de deuda en 2005 y 2010.Además de poner presión sobre el peso e impulsar la inflación, el default puede elevar los costos financieros de las empresas locales y drenar unas reservas en moneda extranjera menguantes, que ahora están bajo los 30.000 millones de dólares. Claramente, los problemas de Argentina difícilmente se traduzcan en un revés económico importante para Brasil y Uruguay, los vecinos con relaciones más estrechas. Para Chile, el efecto será probablemente imperceptible, porque apenas exporta a Argentina, aunque las minoristas chilenas Cencosud y Falabella tienen operaciones en ese país.Brasil exportó 7.000 millones de dólares en bienes a Argentina durante junio, casi un 7% del total de sus envíos. Los problemas de Argentina podrían empujar un poco más hacia una recesión a una débil economía brasileña.Una recesión más profunda en Argentina podría llevar a las fábricas brasileñas a disminuir su producción y a aumentar despidos, ensombreciendo las perspectivas de una recuperación en Brasil durante 2015.Una débil demanda argentina será un desafío para Marcopolo, el mayor fabricante de buses de Brasil, que ya ha recortado su producción en dos tercios en sólo seis meses.Un portavoz de Marcopolo no quiso comentar lo que puede significar el default para sus perspectivas. El presidente ejecutivo, Jose Rubens de la Rosa, había dicho en una conferencia con analistas en junio que la persistente incertidumbre en el país “claramente” estaba afectando el desempeño de la compañía. “No es la primera vez que esto pasa en Argentina”, dijo. “El Gobierno nos ha pedido paciencia”.Mal momento para BrasilLas exportaciones brasileñas a Argentina han estado disminuyendo en los últimos años porque el fin del auge mundial de los precios de las materias primas pesó sobre las reservas argentinas en dólares, lo que llevó a los políticos a imponer controles de capital y barreras al comercio. En una muestra de solidaridad, la presidenta brasileña Dilma Rousseff hizo a un lado el martes su rivalidad con el más grande de sus vecinos y apoyó a la argentina Cristina Fernández de Kirchner, diciendo que unos pocos “especuladores” estaban poniendo en riesgo “la estabilidad y el bienestar” de un país entero.En el peor escenario, el default de Argentina le puede costar a Brasil 0,5 punto porcentual de crecimiento en 2014, dijo Robert Wood de Economist Intelligence Unit. Con perspectivas de expansión para este año de apenas un 0,9%, cada décima cuenta, especialmente en un año electoral.Uruguay, un pequeño país de unos tres millones de habitantes, tiene tantos vínculos con Argentina que cuando su vecino cayó en crisis también tuvo que reestructurar su deuda un año después.Uruguay no está enfrentando problemas de deuda esta vez, pero se está preparando para una baja del turismo de Argentina que puede vaciar sus playas.Los argentinos tienen problemas para viajar al extranjero porque el banco central impone reglas estrictas para la compra de divisas para proteger sus reservas.En Punta del Este, los gerentes hoteleros temen a una pérdida de turistas argentinos, que representan unos dos tercios de los visitantes. “Si Argentina está mal, Punta del Este va a estar mal”, dijo Fernando Massa, presidente de la asociación de hotelera de la ciudad.“La hotelería de tres estrellas para abajo tiene serios problemas de supervivencia”, añadió. Una “estafa millonaria”En un duro comunicado el Ministerio de Economía volvió a criticar al juez Thomas Griesa, señalando que “para beneficiar a los fondos buitres, el juez Griesa sigue sin resolver nada”, y en otro tramo la nota también agrega que la actitud del jurista se podría tratar de una “estafa millonaria”.El Gobierno se tomó un rato para pensar cómo contestaría ante las duras afirmaciones que el letrado neoyorkino había lanzado al mediodía en la audiencia entre buitres y abogados argentinos. Pero a las 16 horas Kicillof recibió el llamado de Cristina Fernández de Kirchner y partió rumbo a Olivos para redactar la nota oficial.En el Palacio de Hacienda están convencidos de que Griesa buscó dejar al país a los ojos del mercado financiero en situación de default para que los fondos buitres pudieran cobrar el dinero correspondiente a seguros contra cesación de pagos. “Puede ser ésta una maniobra encaminada a que los fondos buitres, directamente o a través de otras sociedades, cobren seguros de default que ellos mismos han reconocido que tienen”, afirma el comunicado. Cabe recordar que el viernes la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (Isda), sociedad que determina cuándo deben dispararse los pagos de coberturas anti-default en la que participan los mismos fondos buitres, dio lugar al pago de dichos seguros por unos 1.000 millones de dólares.“Ante esta posible estafa millonaria, el Ministerio de Economía ha notificado a la Comisión Nacional de Valores esta situación y ha solicitado que, de inmediato, se inicie una exhaustiva investigación que determine
si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitres, que pretende que ganen por los bonos en default que compraron a precio vil”, dice el comunicado.Hubo decepción en el Gobierno porque en la última audiencia en Nueva York, Griesa siguió sin definir qué pasará con los fondos que el país giró para pagar intereses del Discount. Y por si quedaba alguna duda, tras el duro discurso de Kicillof en conferencia de prensa del jueves, la nota insiste sobre la imparcialidad de Griesa.“Lo actuado por el juez hasta el momento revela que su actitud, lejos de impartir justicia y generar condiciones equilibradas entre las partes, busca favorecer a los fondos buitres. ¿Cómo puede ser que haya delegado en los fondos buitres la decisión de dar un stay a Argentina, cuando estos mismos fondos podían tener ganancias multimillonarias si no arreglaban? Nunca mejor aplicada la frase ‘juez y parte’”, dice la nota.





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