POSADAS. Mañana se cumple un mes de la terrible inundación que dejó sin hogar a miles de pobladores del Alto Uruguay misionero y la situación aún no está resuelta por completo. En los municipios de Panambí, San Javier, El Soberbio, Alba Posse y Colonia Aurora están abocados a la construcción de viviendas provisorias para “instalar” a alrededor de 600 damnificados que todavía están sin hogar, entretanto el Iprodha levanta las casas donde se asentarán definitivamente dentro de unos cuatro meses. Esto, a pesar de los pronósticos adversos que indican intensas lluvias para agosto y septiembre.La situación de Panambí es, si se quiere, la menos complicada, ya que, según el intendente Rosendo Fuchs, esta semana empezaron a reconstruir siete de las quince casas que necesitan para ubicar a los evacuados. “Las desarmamos y empezamos a reconstruirlas. En la mayoría había que reponer algunas tablas y chapas, pero no tienen daños mayores. Nosotros nos ocuparemos de siete y el Iprodha se hará cargo de las restantes”, dijo. Además, entre el martes y ayer, la Municipalidad empezó el traslado de la documentación y el armado de las oficinas para que la sede comunal comience a funcionar nuevamente en la zona del puerto local, ya que el edificio había quedado cubierto por el agua. “Hicimos una nueva instalación eléctrica, cielorrasos y pintura. A pesar de la humedad existente, estamos acondicionando porque trabajábamos en la delegación ubicada en el kilómetro 8, donde el espacio es muy reducido”, agregó.Fuchs explicó que en el sector agrícola “repartimos algo de alfalfa y alimentos balanceados para porcinos que llegaron a través del Programa de Agricultura Familiar de la Nación” y que estuvieron acompañando a los funcionarios de la Anses que efectuaron el relevamiento para que los inundados pudieran recibir la asignación doble.En lo que tiene que ver con la zona rural, Fuchs dijo que acercaron al Ministerio del Agro y la Producción el censo sobre la cantidad de vacunos, potreros, chiqueros, gallineros y huertas que resultaron damnificados y que, se estima, serán beneficiados con algún plan proveniente de la Nación “a fin de que puedan organizarse y rearmar su esquema de producción”.En unos dos mesesEl intendente de San Javier, Rubén De Lima Natividade, comentó que la mayoría de las personas que sufrieron los efectos de la inundación ya volvió a su casa, salvo aquellas que la correntada dejó con lo puesto, que son unas quince familias. “Estamos construyendo viviendas de madera, a las que sólo les faltan las conexiones de luz y agua, así que mientras tanto unas diez familias siguen viviendo en algún centro o salón parroquial y a otras cinco se les están alquilando piezas”, relató.El jefe comunal aclaró que se trata de edificaciones “bastante cómodas, situadas en lugares altos, y residirán allí de manera provisoria hasta tanto se concluya el barrio definitivo que será levantado por el Iprodha, que viene trabajando a buen ritmo. Hay una empresa que realiza los movimientos de suelo, la preparación, y otra que se ocupa de construir las casas en los depósitos de las madereras. Una tercera firma se ocupa de la construcción de las plateas, que serían las bases sobre las cuales se montarán los kits de madera. Una buena parte (de las viviendas definitivas) estaría concluida en dos meses, pero vamos a ir viendo los casos más urgentes”.Según Natividade, en “La Dulce” el relevamiento continúa. “Hay muchas casas que, si bien fueron alcanzadas por la inundación, no son tan cercanas al río, entonces (los vecinos) optan por pedir el mejoramiento. A muchos les parece mejor. Algunos tendrán la oportunidad de tener una vivienda en un lugar definitivo, porque muchos no tenían cómo adquirir un terreno y por eso se instalaban cerca del cauce”. Dijo que en este entramado, las opiniones son muy diversas. “Trabajamos en el tema, pero tenemos que tener paciencia y ponernos en el lugar de los damnificados, comprenderlos, debido a la situación que les tocó vivir. Estamos haciendo la contención y el seguimiento de los evacuados. Proveemos alimentos, control de la salud. La tarea es amplia. La gente ayuda, junta y trae. Y nosotros tenemos que estar hoy y mañana y hasta que el tema sea resuelto definitivamente”, reflexionó. Contó que, en la zona rural, trabajan con otro estilo de vivienda. Ayer firmaron convenios con el Iprodha y una empresa contratada por el organismo habitacional para hacer alrededor de veinte casas de madera prefabricada, con la posibilidad de hacer corrimientos e instalarlas alejadas del río.En rojo y en amarilloEl alcalde de El Soberbio, Juan Carlos Pereira, confió que para quienes sufrieron la pérdida total de su casa, se hizo una edificación provisoria de 5×3 metros a fin de que las habiten hasta tanto se hagan las definitivas en el terreno de 20 hectáreas que adquirió la comuna. Aseguró que son 238 las personas que están “en rojo”, cuyas casas fueron arrastradas por la corriente; y otras 232 “en amarillo”, que son quienes tuvieron pérdidas parciales y que necesitan algunas tablas, chapas y pintura. Con este grupo trabaja un sector del Iprodha a fin de construir “un baño, una pieza, un corredor o lo que fuera necesario”.Hasta que se terminen las viviendas definitivas, en Santa Rita construyen casas provisorias para quince familias de Alba Posse que perdieron todas sus pertenencias por la crecida del Uruguay. “Hay dos o tres familias que no tienen adónde ir y que deben ocupar las provisorias lo antes posible, porque tienen que desalojar antes del viernes los espacios que están utilizando en la escuela y en la iglesia. Otras están en casas de familiares o arreglaron sus casas dañadas y regresaron”, explicó el concejal Celso Carvalho. En Colonia Aurora son unas 60 las familias que necesitan con urgencia una nueva casa, aunque de continuar el relevamiento es probable que lleguen a cien. Las diez primeras viviendas, de 4×4 metros, se levantan en una extensión de diez hectáreas adquirida en el paraje Los Muertos. El concejal Airton Zaguetti, quien sufrió la inundación en carne propia, expresó que hay quienes siguen viviendo junto a sus familiares, otros que están reconstruyendo sus casas en el mismo terreno pero en espacios más altos y que “los más valientes” regresaron a sus hogares a pesar de que las construcciones fueron movidas de lugar por la furia con la que vino el agua. “Hay diez familias a las que hay que reubicar en forma urgente porque viven en galpones o bajo unos plásticos”, advirtió.Recordó que la zona rural fue l
a más afectada por el desborde de los arroyos afluentes del Uruguay. “En el pueblo parecía que no pasó nada, pero en las colonias fue un verdadero desastre”, graficó el edil. La APTM acompaña a productoresLa Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (Aptm) continúa trabajando para acompañar y asistir a los productores afectados por la creciente del río Uruguay. Las tareas consisten en el relevamiento de denuncias de los daños ocasionados por las inundaciones, su posterior evaluación visitando los terrenos y, luego, la sistematización de la información recopilada. Para ello cuenta con la colaboración de la Cámara del Tabaco de Misiones (CTM).En este paso, se debe analizar caso por caso de manera particular para dar un valor económico a cada pérdida. Una vez finalizada esta etapa, se elaborará un plan para que, dentro del programa del Fondo Especial del Tabaco (FET), se atiendan los requerimientos de acuerdo a las necesidades que presenten. Desde Aptm aclararon que las denuncias recibidas y las pérdidas que se analizan no corresponden exclusivamente al tabaco. Sí afectaron algunas estructuras de almácigos y de curado de ese producto. Lo que se estudia y cuantifica económicamente son las unidades productivas del colono. Ayuda para El SoberbioLa Universidad Gastón Dachary, el instituto Ipesmi y la Fundación Sí entregaron la semana pasada las donaciones recolectadas a la parroquia Cristo Rey de la localidad de El Soberbio. Las autoridades recorrieron la zona y entregaron la donación de ropa, alimentos y utensilios de cocina al padre Biyu, de la mencionada parroquia, quien les mostró el estado actual de los damnificados tras la tragedia que afectó -solamente en esa localidad- a más de 480 familias.Desde la UGD destacaron que los afectados se encuentran en proceso de relocalización a sus antiguos hogares y que las necesidades ya no son la ropa, como primera necesidad, sino utensilios para cocina, colchones, frazadas, productos de limpieza para el hogar, cables, portafocos, focos, interruptores, canillas, caños base de PVC, acoples, mesas, maderas y pinturas al agua o de látex. Los interesados podrán dejar sus donaciones en todas las sedes de 8 a 12 y de 16 a 20. Para hacerlo podrán acercarse en Posadas a la sede central en Colón y Salta o en el Campus Urbano (avenidas López y Planes y Jauretche); en Oberá pueden hacerlo en 9 de Julio y Buenos Aires; y en Eldorado, en Hipólito Yrigoyen y Pionero Engwald. Según datos oficiales, fueron más de 7.000 los damnificados que necesitan con mayor urgencia la ayuda del pueblo misionero.





Discussion about this post